El próximo gobierno debe priorizar la prevención y atención especializada de niños y niñas, así como, la persecución penal a los abusadores. Por otra parte, es preciso fortalecer las redes de protección, mejorar la coordinación entre las instituciones relacionadas y generar mecanismos de apoyo a las familias.
Es imprescindible que el Estado —quien ejerce el cuidado personal de quienes viven en residencias— garantice un acompañamiento integral no solo en el ámbito educativo, sino también en su inserción laboral, acceso a la vivienda, capacitación y construcción de redes de apoyo.