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Los niños también se enojan: enseñar a gestionar la rabia es clave para la convivencia escolar y el bienestar familiar

Desde la perspectiva de Bobadilla, enseñar a gestionar la rabia ayuda a los niños a desarrollar autorregulación, empatía y resolución de conflictos: “No se trata de evitar que se enojen, sino de enseñarles a identificar qué sienten, por qué lo sienten y cómo expresarlo de manera respetuosa y segura”.