Es el primer paso para un cable submarino que conectará a ambos continentes y permitirá desarrollar un sistema de integración digital para la región. La futura autopista digital mejorará la confiabilidad de redes y el desarrollo del capital humano. También aumentará la competencia, facilitará las condiciones para la ubicación de data centers y atenderá la demanda futura de servicios de la cuarta revolución industrial y big data, entre otros beneficios.