Gran parte del éxito de las empresas familiares reside en un vínculo filial sólido, que evoluciona y se enriquece junto al negocio, para proyectar el legado del fundador, involucrar la mirada y aporte de las nuevas generaciones y darle sentido de trascendencia. Paradojalmente, es en ese mismo núcleo donde se sostienen, muchas más veces de lo que imaginamos, las tramas más complejas de recelo, desconfianza y frustración que impiden avanzar a tantos otros emprendimientos.