Así lo enseña la cultura mapuche, que durante esta días celebra el We Tripantu, que se realiza con motivo del solsticio de invierno austral, que marca el día más corto y la noche más larga del año en el hemisferio sur, y que en 2024 se registró el 20 de junio, justo 10 minutos antes de las cinco de la tarde.
Han pasado más de dos décadas desde esa ceremonia inaugural, y esta efeméride ha sufrido distintos cambios. De partida, se modificó la fecha estipulada inicialmente -desde el 17 de abril al último fin de semana de mayo-, se amplió la celebración a dos días y se pluralizó su denominación, pasando a llamarse Día de los Patrimonios.
La poetisa celebraba la “hazaña civil” que significaba la declaración de los Derechos Humanos, pero también advertía que subsistía todavía un “gesto de tristeza”, consciente quizás de que las guerras, los abusos y la injusticias persistían en el mundo.
Proyectado este año que se inicia, uno podría aventurar que estas problemáticas seguirán siendo subvaloradas por la agenda pública. O, quizás, serán enfrentadas considerando “soluciones a medias”, como se acostumbra en nuestro país, dejando contentos a los grupos de influencia del Estado chileno.
Este domingo se realiza la final de la Copa Mundial de 2022, y, más allá de los análisis futbolísticos, se enfrentan dos selecciones que muestran en sus rostros y apellidos la migración de la que fueron parte en su historia.
Este 16 de octubre conmemoramos el Día del Profesor jornada en que se celebra a los maestros y maestras de Chile, quienes como formadores de las futuras generaciones han sido protagonistas y testigos del desarrollo social de nuestro país a lo largo de su historia.