"Se trata de negociaciones complejas y muy técnicas en relación con algunos conceptos nuevos que reforman fundamentalmente los acuerdos fiscales internacionales, para hacerlos más justos y funcionar mejor en una economía mundial cada vez más digitalizada y globalizada", señaló el dirigente australiano de la OCDE, quien defendió que la organización se tomará todo el tiempo que sea necesario "para establecer las reglas correctamente".