La energía sube y la temperatura baja. Una combinación fatal para cualquier bolsillo, especialmente en invierno.Antes de que el frío nos paralice, hago la siguiente advertencia: gastar en más y más energía para calefaccionar la casa podría terminar transformándose en un derroche sin fin de nuestros recursos. ¿Cuál sería la solución entonces? Pues poner los esfuerzos en la casa.