El proceso estuvo marcado por el diálogo y la buena voluntad entre la empresa y los(as) trabajadores(as). El 58,8% se acogió a un plan de egreso, mientras que el 26,9% fue recapacitado para cumplir funciones en otras áreas de la división, y el 14,3% restante fue reubicado en otros centros de trabajo de la Corporación.
La aprobación del organismo es el último paso requerido para concretar a fines de mayo la detención de los hornos que funcionaron casi 60 años.
Se buscará una transición justa para todos los trabajadores y trabajadoras, con el propósito de asegurar los puestos laborales, con opciones como la reubicación, la reconversión o planes voluntarios de egreso especiales.