Uno de los primeros aspectos a considerar es la diversidad cultural de esta población. Las mujeres extranjeras, que constituyen una parte significativa de la migración, presentan características particulares en cuanto a sus necesidades de salud sexual y reproductiva.
En educación especial, somos testigos de cómo el compromiso del voluntariado transforma vidas. Un joven privado de libertad, por ejemplo, puede encontrar en un taller de arte un espacio de expresión y reconstrucción personal gracias a la guía de una de estas personas.