Ni Georgia, ni Arizona, ni Texas le han dado la espalda a los conservadores, más bien al contrario: han depositado un prudente voto de confianza en el presidente, apunta un artículo publicado este miércoles por ABC
El decreto firmado por el presidente no afecta a ningún país o entidad en particular, pero sí instruye a las agencias de inteligencia a determinar si ha habido intentos de influir en los comicios