Sin la participación femenina, el emprendimiento no sería lo que es hoy. A medida que más mujeres eligen emprender -ya sea por iniciativa propia o la necesidad de generar ingresos extra-, se activa un motor clave para la economía gracias a la creación de negocios que responden a las necesidades de sus comunidades, generan empleo, promueven la innovación y fortalecen el desarrollo local.