La dimisión de David Davis responde al plan de la Primera Ministra inglesa de buscar los vínculos comerciales más estrechos posibles con la UE, lo que desde el Partido Conservador consideran una traición al deseo de una ruptura limpia con la zona. La líder británica actuó con rapidez y designó a Dominic Raab, un euroescéptico de 44 años, en reemplazo de Davis.