El fin de año es, para muchas personas, una época cargada de estrés y ansiedad. Las demandas laborales, los compromisos familiares, las expectativas sociales y la presión por cumplir metas o generar celebraciones perfectas pueden generar una sensación de agobio. Además, la reflexión sobre el cierre de ciclos y los desafíos del año que termina puede intensificar la ansiedad.