De acuerdo a datos de la encuesta "Adopción Digital Pymes Chile", realizada por Movistar, el 98% de los emprendimientos en el país se plaial (IA), Internet de las Cosas (IoT), Big Data y Analítica.
El reciente estudio de la CNC, “Digitalización del Trabajo en Chile”, revela una excelente noticia: un 50% de las PYMEs ya cuenta con un plan de digitalización continuo, lo que muestra un claro avance hacia un futuro más tecnológico. Aunque aún queda espacio para seguir creciendo, especialmente en el desarrollo de competencias digitales entre el capital humano, con un 39% de programas enfocados en ello, este panorama abre un mundo de oportunidades.
En un mundo donde la inteligencia artificial (IA) avanza a pasos agigantados, la forma en que la implementamos ha dejado de ser solo una cuestión técnica para convertirse en un desafío ético y estratégico. No se trata simplemente de aprovechar una herramienta poderosa, sino de hacerlo de manera que beneficie tanto a la empresa como a la sociedad, respetando siempre la ética, la privacidad y los derechos de las personas.
La reciente aprobada ley de datos personales nos da la oportunidad de crear un estándar único para liderar la economía digital. No obstante, implica un cambio cultural importante, así como importantes desafíos para las organizaciones, sobre todo en la incorporación de herramientas tecnológicas que apoyen el cumplimiento de esta normativa.
La nueva ley que declara el internet como un servicio público en Chile es un paso gigante hacia la inclusión digital y la modernización del país. Ahora, el internet se pone al mismo nivel que la electricidad y el agua potable, lo que significa que el Estado tiene que garantizar que todos podamos conectarnos, sin importar dónde vivamos.
Una vez más Congreso Futuro nos sorprendió como un encuentro imperdible para entender y acercarnos a los avances de vanguardia en materia científica y tecnológica. Esta vez, la estrella fue a Inteligencia Artificial, IA. Evidentemente, es una tendencia con un potencial incalculable, pero que tiene importantes retos para toda la sociedad, no solo para quienes estamos inmersos en el mundo de las tecnologías de la información y comunicaciones.
La digitalización es una estrategia que permite, entre otras cosas, mejorar la gestión, aumentar las ventas y mejorar las relaciones con los clientes.
Estamos ante un año desafiante, una realidad que diversos expertos y analistas han comentado: nos vemos frente a una inflación persistente —con un peak de 14,1% en 2022—, con un mercado laboral estancado, el cual mantiene una tasa de desempleo de 8,4%; con menor liquidez y contracción del consumo. Esto último reflejado en los dos primeros meses de este año, donde las ventas del comercio cerraron con una caída de 13%.
Cómo producir más, con los mismos recursos y de manera sostenible, es uno de los grandes desafíos que tenemos por delante.
Recientemente, la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) presentó el Índice Global de Innovación 2022, donde Chile ocupó el lugar 50 entre 132 países, subiendo tres lugares desde la última medición y liderando Latinoamérica.
IDC pronostica que las empresas alcanzarán un gasto de 2.3 billones de dólares en transformación digital en 2023. Esta sería la primera vez que el gasto en tecnología para la transformación digital representa la mayor parte de la inversión total mundial en Tecnologías de la Información y Comunicaciones, TIC.