El sector bancario tenía el año pasado unos 168.000 empleados, según datos de las patronales AEB (bancos) y CECA (antiguas cajas de ahorros). Este año perderá unos 10.000, según los planes anunciados por las compañías o filtrados. El Santander será, previsiblemente, el que haga el mayor recorte, de unas 3.000 personas, al margen de su reducción en Reino Unido a causa del brexit.
La institución ha constatado una «drástica» caída de la operativa transaccional en las sucursales, como de cheques, ingresos y retirada de efectivo, actualización de operaciones o transferencias.