La institución que puso todas sus cartas encima de la mesa ayer fue el Banco Central de Turquía (CBRT), que sorprendió a los mercados al subir los tipos 625 puntos básicos (desde el 17,75% hasta el 24%), duplicando las expectativas de los analistas y en contra de los deseos del presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, que solicitaba una bajada de tipos.
La entidad monetaria turca intenta contener la crisis cambiaria e inflacionaria que azota al país. Durante esta mañana, la lira turca se dispaba en más de un 5% respecto del dólar.
El Banco Central de Turquía ya reaccionó a la noticia, al reconocer que los últimos datos de inflación apuntan a "riesgos sustanciales" y se declaró dispuesto a utilizar todos los instrumentos disponibles para realizar los ajustes necesarios y preservar la estabilidad de los precios.
El banco central de Turquía ha indicado que aportará toda la liquidez que necesiten los bancos, y ha añadido que tomará «todas las medidas necesarias» para asegurar la estabilidad financiera.