La geografía de nuestro país, largo y angosto, sumado al excesivo centralismo tanto en la toma de decisiones como en la infraestructura crítica, ha generado que un problema eléctrico ocurrido en el Norte Chico afectara al 98,5% de la población, dejándola sin suministro eléctrico.
Ha pasado tiempo suficiente para evaluar qué aprendimos de este megaterremoto del 27 de febrero del 2010. La verdad es que muy poco o casi nada, de hecho.