Rodrigo Gutiérrez



Rodrigo Gutiérrez

Todo partió con un reclamo, de esos que uno lanza con frustración al revisar el estado de cuenta y ver que sigues pagando por algo que ya no usas. En mi caso, una app de gimnasio: $37.000 al mes por rutinas que parecían diseñadas para atletas de alto rendimiento, cuando lo único que buscaba era no lesionarme al hacer sentadillas y que no me dolieran las rodillas al agacharme (sí, después de los 35, eso empieza a pasar).