Harald Ruckle



Harald Ruckle

El uso personal e indebido de los activos y los recursos de la empresa por parte de un accionista suele ser una fuente frecuente de conflictos entre socios.

Salvando la cara a los directores, “es un tema importante que necesita sus opiniones”, sl presidente del directorio sugiere formar un comité temporal, con la participación de dos directores, y varias gerencias, para analizar las opciones de los incentivos variables, con sus ventajas, desventajas y riesgos, vis-a-vis el modelo actual.

Siguió el ejercicio recomendado de contar de su “búsqueda de nuevas oportunidades” a su red de contactos, algo vergonzoso. Hay que llegar a hablar con 100 personas, fue el consejo desafiante. “A todos les pasará”, era su fuente de energía para levantar el teléfono, y su consuelo.

Para colmo, en la empresa donde trabaja María Eugenia (a esta altura la única en la familia con un trabajo verdadero) han empezado contratar “free-lancers”. Y no solo para tareas esporádicas, sino para actividades permanentes como en publicidad y servicio al cliente.

Asumamos la responsabilidad y nuestro compromiso con el cliente y el ciudadano, con reacciones empáticas y de resolución. Es la solución lo que les interesa, más que la causa.

La diversidad, una vez superados los temores, produce empatía, aprendizaje y felicidad. 

Aceptar un rol de asesor para ese accionista mitiga este riesgo personal, ya que por lo menos formaliza el rol de este accionista, en el sentido de poder ser escuchado legalmente (lo que no debe significar obedecerlo).

En general no se ven contrapesos al poder de la cúpula sindical, lo que igual como en una empresa, o en cualquier institución, tiene un riesgo muy alto de concentrar las decisiones en pocas personas; las que pueden tener agendas personales, en desmedro de la organización que supuestamente representan.

Es una encrucijada que han enfrentado la mayoría de los países, con respuestas muy disimiles. Entre los extremos de una economía totalmente abierta y una cerrada, se encuentran políticas de apoyos temporales, programas de re-inserción laboral o regulaciones de aplicación gradual. 

Es importante el no saber. Antropológicamente, la conciencia del no saber fue el inicio del progreso intelectual humano como lo conocemos hoy. La ciencia y el avance del conocimiento no existen sin el desconocimiento explicitado.