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Enrique Goldfarb |
La nueva autoridad del organismo fiscalizador es médico cirujano, especialista en cirugía general de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Si se hubiera podido adivinar el curso que tomarían las cosas, todos se hubieran unido en torno a esa realidad: la evidente ventaja de tener una democracia sin el costo de un desastre económico, la anarquía y la amenaza comunista.
Como existen fundadas sospechas (la milla 80 con Perú) que el tribunal pudiera no fallar en derecho sino lo que crea políticamente correcto, popular o salomónico, o incluso, lo que se le antoje, disfrazado con elegante retórica, es que nuestro sometimiento a su dictamen nos deja en una posición incómoda. Como estar en un lugar en el que nunca debiéramos haber estado y en una causa que nunca debió haber existido.
El mercado quizá cree en el futuro, pero no tanto como Elon Musk y otros tigres de la tecnología.
Le demostró a la izquierda, cómo debe ser una política educacional inclusiva: No sacrificar calidad por cantidad, que los alumnos con capacidad económica paguen por sus estudios, y tercero, seguramente los que reciban gratuidad deberán tener los méritos para justificar el tremendo sacrificio económico que hace la institución. Es decir, serán seleccionados entre los más aptos.
Quizá éste es uno de los casos que explican por qué la productividad del país se hundía cada año más.
Como la izquierda está enfocada meramente en el tema de la igualdad, y cómo revertirla, y como no se le ocurre nada más que para ello aplicar impuestos a las empresas, no es de extrañar que esas políticas atenten contra la inversión, el crecimiento, y como veremos más adelante, contra los ingresos del trabajo de los más vulnerables.
Este es un típico trabajo de escritorio, ya que, políticamente, es un error garrafal.
Gracias ministro Rojas. En 90 horas, quizá hiciste más que muchos ministros de la cultura, al poner de relieve este intento de ver la historia con un solo ojo.
Las cifras indican que la economía anda bien y que estamos recuperando terreno con el Imacec y la inversión. Estas cosas toman su tiempo, pero unirse a los quejidos baratos de quienes creen que se les debe mucho, sino todo, no es el camino.