La economía estadounidense creó puestos de trabajo a un ritmo récord en junio, tras la reapertura de más restaurantes y bares, en una nueva evidencia de que la recesión generada por el COVID-19 probablemente ha terminado, aunque un aumento de los casos del virus amenaza con descarrilar la recuperación.
Analistas consultados por Reuters habían previsto que la tasa de desempleo saltaría a 19,8% en mayo. El pronóstico para las nóminas era de una caída de 8 millones de puestos
El esperado informe del Departamento del Trabajo también mostró un alza sostenida de los salarios que sugiere presiones leves inflacionarias.