El 8 de septiembre de 2017, el robo de datos de Equifax se convirtió en uno de los mayores hackeos de la historia. 143 millones de usuarios vieron como unos ciberatacantes anónimos robaron sus datos personales y bancarios. La polémica estuvo servida durante varios meses, hasta el punto de que se produjo una espantada de altos cargos, incluyendo el propio CEO de la compañía. Hoy, un año después, la justicia británica ha dictado su veredicto, multando a Equifax con 500.000 libras esterlinas.