Un estudio desarrollado por la consultora Colliers International reveló que uno de los efectos a nivel microeconómico que podría tener la reducción de la jornada laboral, tanto a 40 o 41 horas, sería el incremento de los gastos comunes en oficinas, condominios y edificios.
Tras dos jornadas de intenso debate, la Comisión de Trabajo aprobó en general la normativa que busca reducir la jornada laboral a 40 horas semanales.