Paz verdadera

​Una Cosecha Abundante

Rindamos nuestras vidas a Dios, invitémosle a entrar en nuestros corazones, pidámosle que nos bendiga con el fruto de su Espíritu Santo, que quite de nosotros todo lo malo, el egoísmo, el rencor, los celos, la ira, la envidia, y cosas semejantes a estas que no permiten que podamos alcanzar la verdadera paz para nuestras vidas.