El periodista saudí Jamal Khashoggi fue asesinado en Estambul en octubre del año pasado.
Mohamed bin Salmán arribó a la capital argentina para participar en la Cumbre del G-20. Human Rights Watch interpuso una denuncia ante la Justicia del país austral en su contra por presuntas violaciones del derecho internacional cometidas durante el conflicto armado en Yemen y por su posible complicidad en el asesinato del periodista turco Jamal Khashoggi.
Se tenía previsto que el príncipe heredero del reino, Mohammed bin Salman, hablaría durante la reunión ante inversores internacionales.
El país dejó a un lado las críticas por el asesinato del periodista Jamal Khashoggi y siguió adelante este martes con una conferencia sobre inversiones que han boicoteado políticos occidentales y destacados banqueros y ejecutivos de compañías internacionales.
Francia, Alemania y Reino Unido urgieron a Riad a aclarar la muerte de Khashoggi en el Consulado saudí en Estambul.
Esta es la primera vez que el reino admite la muerte de Khashoggi desde que ingresó al consulado de Arabia Saudita en Estambul.
“No sabemos qué va a ocurrir, pero estamos supervisando la situación”, comentó el presidente de la Reserva Federal de Atlanta.
Un número creciente de los principales líderes empresariales se están retirando de la conferencia de inversión saudí de alto perfil, entre estas, Ford, Blackrock y JP Morgan Chase.