Es increíble lo que puede hacer el progresismo para quemar etapas en la escala social, y llegar a la igualdad de clases. Tomando la educación como campo de batalla, idearon una reforma profundamente ideológica, que nos ha conducido a un sistema escolar y universitario aberrante.
Quienes somos hijos de la educación pública y pudimos progresar en la vida gracias a la formación recibida, somos testimonio vivo de aquello, y espectadores de la destrucción a que le han llevado políticas inconsistentes.
La especialista en currículum y evaluación de la Universidad de Santiago, Dra. Andrea Rodríguez, señala que el porcentaje que contemplan las alcaldías para este ítem es demasiado precario para financiar mejoras en la calidad de la formación que se imparte en las escuelas. A su juicio, con estos fondos, apenas se puede asegurar que las clases se realicen, pero no que estén planificadas adecuadamente.