Una vez más Congreso Futuro nos sorprendió como un encuentro imperdible para entender y acercarnos a los avances de vanguardia en materia científica y tecnológica. Esta vez, la estrella fue a Inteligencia Artificial, IA. Evidentemente, es una tendencia con un potencial incalculable, pero que tiene importantes retos para toda la sociedad, no solo para quienes estamos inmersos en el mundo de las tecnologías de la información y comunicaciones.
Solo como ejemplo, según la Universidad de Standford, los agentes de atención al cliente de una organización que usan IA pueden ser 14% más productivos respecto de los que no la aplican. Por lo mismo, se pronostica que en la próxima década la IA elevará en 38% las tasas de rentabilidad de las empresas que la incorporen en su funcionamiento.
La digitalización es una estrategia que permite, entre otras cosas, mejorar la gestión, aumentar las ventas y mejorar las relaciones con los clientes.
Una vez más, el mundo cambió, porque este hecho aterrizó la IA a las personas, la hizo fácil y cercana, comenzó a incidir en los espacios cotidianos y en las distintas industrias, de manera transversal, pero también despertó una vieja discusión: ¿nos van a reemplazar las máquinas?
Estamos ante un año desafiante, una realidad que diversos expertos y analistas han comentado: nos vemos frente a una inflación persistente —con un peak de 14,1% en 2022—, con un mercado laboral estancado, el cual mantiene una tasa de desempleo de 8,4%; con menor liquidez y contracción del consumo. Esto último reflejado en los dos primeros meses de este año, donde las ventas del comercio cerraron con una caída de 13%.
Cómo producir más, con los mismos recursos y de manera sostenible, es uno de los grandes desafíos que tenemos por delante.
Recientemente, la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) presentó el Índice Global de Innovación 2022, donde Chile ocupó el lugar 50 entre 132 países, subiendo tres lugares desde la última medición y liderando Latinoamérica.
IDC pronostica que las empresas alcanzarán un gasto de 2.3 billones de dólares en transformación digital en 2023. Esta sería la primera vez que el gasto en tecnología para la transformación digital representa la mayor parte de la inversión total mundial en Tecnologías de la Información y Comunicaciones, TIC.
Pronta a convertirse una realidad en Chile, 5G es una tecnología que promete mejoras en velocidad, cobertura y capacidad de respuesta de las redes inalámbricas. Se estima que permitirá una Wi-Fi 10 a 100 veces más rápida y la posibilidad de cubrir más de mil dispositivos por metro cuadrado, lo que implica importantes ventajas en el mundo de los negocios.
Según cifras de la Subtel, existen 19,8 millones de conexiones a internet móvil, es decir, la penetración de ese servicio en Chile ya supera el 100%. Sin duda, una excelente noticia. No obstante, la pandemia ha dejado en evidencia que, pese a esa amplia cobertura hay una brecha digital que persiste.
La nube se ha convertido para las empresas en una herramienta fundamental para hacer frente a la nueva realidad que la pandemia ha impuesto, principalmente porque permite reducir la inversión en equipos y licencias de software, así como crear una infraestructura más versátil y escalable en el tiempo.
Es tal el uso y dependencia actual de las redes sociales, no solo para el cotidiano, sino también para los negocios, que el cese de las más utilizadas, de manera simultánea, no es menor y nos lleva a cuestionarnos su impacto. Fallas en servidores y fugas de datos son causas y resultados preocupantes que en muchos casos tienen que ver con la seguridad.