Afirmamos como acusadores, lo cual fue acogido por el tribunal, que las operaciones señaladas buscaban defraudar para generar un beneficio al controlador, Julio Ponce, a costa de perjudicar a un grupo de accionistas minoritarios de las sociedades cascadas. Al aceptarse esa hipótesis por el Tribunal, obviamente deja a Ponce en una situación compleja desde el punto de vista penal, ya que establecido el carácter delictual de este conjunto de operaciones, la hipótesis de participación criminal del controlador de las cascadas cobra fuerza, señala Mauricio Daza.