"A pesar de las turbulencias en algunos bancos internacionales, la economía alemana se está estabilizando", ha destacado Clemens Fuest, presidente del Ifo, para quien este desarrollo al alza fue impulsado principalmente por las expectativas comerciales, mientras que las empresas germanas también evaluaron su negocio actual como algo mejor.
No obstante, la encuesta sugiere que los directivos de las empresas han perdido confianza en las perspectivas de crecimiento de la mayor economía de Europa.
El índice de clima empresarial germano cayó a 101,8 en junio, el menor nivel desde mayo de 2017, y una merma ligeramente menor a la que se anticipaba. Aunque agentes privados descartan que se trate de signos de recesión, apuntan a un ineludible enfriamiento económico.
Adicionalmente, la Comisión Europea indicó que la confianza en la economía de la zona euro descendió levemente en enero a 114,7 tras haber registrado en diciembre un máximo en 17 años: 115,1.