De esta manera, la entidad presidida por Haruhiko Kuroda ha decidido mantener sin cambios los tipos de interés del país en el -0,1%, la misma tasa que lleva manteniendo desde enero de 2016, cuando se adentró en terreno negativo por primera vez en su historia.
En su reunión que concluyó hoy, el BoJ también optó por dar continuidad a las líneas generales de su estrategia de flexibilización, entre ellas fijar los tipos de interés de referencia a corto plazo en el -0,1% y mantener en torno al 0% el rendimiento del bono estatal a largo plazo.
La decisión de ajustar el plan del órgano emisor refleja su pronóstico de que tomará tiempo llevar el IPC a su objetivo de 2%.