Sr. Director,
El déficit habitacional en Chile continúa en aumento, mientras las negativas en los comités y los plazos de espera se extienden indefinidamente.
Hay familias que llevan más de una década aguardando por su vivienda definitiva, aun cumpliendo con cada requisito administrativo y financiero que el sistema les exige. La política habitacional ha prometido certezas, pero en la práctica ofrece largos periodos de incertidumbre.
En este contexto, la decisión del Gobierno de avanzar hacia la expropiación de parte del terreno ocupado en la megatoma de San Antonio abre cuestionamientos relevantes. ¿Esta medida resuelve el problema de fondo? ¿Existe un proyecto diseñado para ese predio? ¿Cuántas viviendas podrán construirse realmente? ¿Es justo para los propietarios del terreno? Tampoco es justo para quienes llevan años esperando dentro del marco formal.
Expropiar un bien privado en respuesta a una ocupación irregular no corrige la falta de planificación ni la ausencia de una política integral de suelo urbano. Por el contrario, puede profundizar la percepción de desigualdad entre quienes acceden a la vivienda por vías institucionales y quienes lo hacen al margen del sistema.
El país requiere soluciones habitacionales sostenibles, equitativas y anticipatorias. Las decisiones tomadas desde la urgencia no reemplazan una política robusta capaz de reducir el déficit y restablecer la confianza en la institucionalidad.
Daniela Quintana Q.,
Secretaria Académica Facultad de Arquitectura, Construcción y Medio Ambiente,
Universidad Autónoma de Chile