La Comisión Europea ha anunciado este martes el refuerzo de los controles fitosanitarios sobre las importaciones de productos agroalimentarios, con medidas tanto en la frontera exteriores de la Unión Europea como en los propios países terceros desde los que parten los contingentes.
"Como principal comerciante mundial de alimentos, la Unión Europea debe garantizar que todo producto animal, vegetal o alimenticio importado de terceros países cumple con nuestras estrictas normas de salud y seguridad", ha defendido el comisario de Salud y Bienestar Animal, Oliver Várhelyi, tras anunciar la iniciativa.
El responsable comunitario ha añadido que las medidas anunciadas "reforzarán y modernizarán" un sistema de controles oficiales que "ya es sólido", pero cuya mejora redundará "en beneficio de los ciudadanos, agricultores y empresas de la Unión".
En concreto, Bruselas anuncia un aumento del 50% en las auditorías realizadas en países extracomunitarios en un plazo de dos años, al tiempo que se elevan un 33% las auditorías en los puestos fronterizos europeos para asegurar que las autoridades nacionales llevan a cabo las inspecciones sobre las importaciones de acuerdo a los requisitos establecidos por la regulación de la UE.
También avisa de que llevará a cabo un seguimiento más estrecho sobre los productos y países que no cumplan las normas comunitarias, incluido con un refuerzo de los controles "según sea necesario", y ofrecerá apoyo específico a los Estados miembro que asuman el refuerzo de esa vigilancia.
Además, la Comisión Europea prevé la creación de un grupo de trabajo específico de la UE para aumentar la eficiencia de los controles de las importaciones, que se centrará especialmente en los residuos de plaguicidas, la seguridad de los alimentos y piensos y el bienestar animal, y considerará la posibilidad de coordinar las acciones de seguimiento de la UE sobre productos importados específicos. Para ello, el Ejecutivo comunitario estima que formará a unos 500 funcionarios nacionales a través de un programa específico de la UE especializado en controles oficiales.
Finalmente, Bruselas apunta a una actualización de las normas que permiten importar productos con trazas de plaguicidas especialmente peligrosos prohibidos en la UE para alinear los criterios a los estándares internacionales, también reforzados.