Pablo Ruiz Tagle, Decano de U. de Chile: "Con la ayuda y participación de todas las personas que forman nuestra comunidad haremos una mejor Facultad de Derecho"

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- ¿Por qué decidió postular a este segundo período?

El proyecto que nos ha guiado es lograr que la Facultad sea un lugar donde nuestra convivencia sea pacífica y respetuosa, en que las distintas ideas y el derecho se entiendan y practiquen como instancia civilizatoria. Con la ayuda y participación de todas las personas que forman nuestra comunidad, haremos una mejor Facultad de Derecho.

He procurado trabajar los cuatro años previos con dedicación de tiempo completo a la docencia, la investigación, la administración y la extensión en la universidad. La profesión de abogado, en lo personal, me ha dado grandes satisfacciones, pero hay una oportunidad en la vida académica y universitaria. Por eso consideré el año 2018 (y lo reafirmó mi decisión de postular a este nuevo período) que había llegado el tiempo de concentrar mis energías en la Facultad de Derecho. Cada día me siento más afortunado y también agradecido de poder trabajar por la excelencia académica y la educación pública, garantizar la tolerancia y la libertad dentro del ámbito académico, a la vez que convivir con y servir a mis pares y colegas, personal y estudiantado de la Facultad.

- Con una muy buena participación de votantes y una amplísima mayoría, ha sido reelecto decano en la Facultad de Derecho por el período 2022-2026. ¿Cómo se toma la elección?

La tomo con agradecimiento, prudencia y humildad. Asumo este desafío y responsabilidad con la Facultad y con el país. Porque en el contexto de un proceso constituyente, las facultades de Derecho nacionales, y ciertamente la primera de ellas, la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, tienen mucho que aportar y analizar. Así ha sido hasta ahora: nuestra Facultad ha hecho una amplia labor de reflexión y difusión para enriquecer el debate público y la labor convencional en torno al tema constitucional. Y así lo seguirá haciendo en lo que viene. No son, por supuesto, cuestiones independientes. En tiempos de cierta incertidumbre como los que vive nuestra patria, una Facultad como la nuestra tiene, ante todo, que robustecerse institucional y académicamente para aportar al país, ya sea en el proceso constituyente como en otras disyuntivas y desafíos. Nuestra Facultad debe asegurar una enseñanza de las ciencias jurídicas y sociales con los mejores estándares, aspirar a la excelencia y fortalecer la libertad académica y el pensamiento crítico, de manera de estar atentos a los cambios de circunstancias y a las exigencias de la vida pública. Esta elección confirma el apoyo de la comunidad de la Facultad a un equipo, a una persona y, sobre todo, a un proyecto empeñado en potenciar la Facultad.

- Al asumir su primer período, la Facultad pasaba momentos complejos y de división; y, a poco andar, se produjo el estallido social y luego la pandemia. ¿Cuán difícil ha sido?

Efectivamente, lo que hemos vivido juntos, como Facultad, desde el año 2018 en adelante, no ha sido nada fácil. Pero la implementación de nuestro proyecto y la colaboración de todas las instancias de la Facultad, han demostrado que somos capaces de garantizar la continuidad de la labor universitaria y, más ampliamente, del derecho a la educación pública, incluso en las circunstancias más adversas. De esta manera, durante ese tiempo, logramos superar un desequilibrio presupuestario; también convocamos y trabajamos intensamente para que toda la comunidad se beneficie del buen trato y a valorar la solución pacífica de nuestros conflictos. También profundizamos políticas de género, creando, entre otras cosas, una “Oficina de Atención de Género”. El “estallido social” puso a nuestra Facultad en la “zona cero” de la protesta y tuvimos que enfrentar violaciones a los derechos humanos ocurridas durante el “estallido”, mediante la creación de una Defensoría Jurídica. Y, por último, enfrentamos una pandemia mortal que no sólo obligó a cerrar parcialmente las instalaciones de la Facultad, sino que también se cobró dolorosas víctimas al interior de nuestra comunidad. Con medidas sanitarias especiales, aseguramos la salud e integridad personal de cada integrante de nuestra comunidad, lo mismo que con la implementación de la adecuada infraestructura tecnológica. Así logramos mantener la enseñanza y el trabajo a distancia.

- ¿Está conforme con lo realizado?

Hemos cumplido con los ejes de nuestro programa: lograr un buen trato en la comunidad, dignificar la docencia, institucionalizar la investigación —establecimos criterios universales para que académicas y académicos pudiesen acceder a los incentivos para la investigación—vincularnos con el medio e internacionalizar la Facultad. También aprobamos un nuevo plan de estudios, que introduce innovaciones curriculares y avanzamos en un nuevo proyecto de desarrollo institucional. Todo esto no se ha conseguido con inactividad, sino con un intenso y apasionado trabajo y un esfuerzo día tras día. En los logros de tal labor se basa, es de suponer, el resultado eleccionario, pero también es un mandato para ampliar y ahondar esos resultados, así como para enfrentar nuevos retos. En estos cuatro años hemos contado con un equipo directivo comprometido con la Facultad para servir a toda nuestra comunidad, trabajando de acuerdo a valores, principios y normas que compartimos.

La divisa de estos próximos cuatro años no es hacer más de lo mismo, sino reconectarnos con los principios más profundos de nuestra universidad y con la proyección de nuestra mejor Facultad.

- ¿Cuáles serían algunos de esos nuevos retos o desafíos?

Este año 2022 iniciamos un proceso de innovación curricular que recoge los desafíos nacionales e internacionales para las diversas profesiones jurídicas, fortaleciendo el desarrollo de competencias e incorporando asignaturas obligatorias de inglés, derecho ambiental y un área interdepartamental de Derechos Humanos, entre otras áreas de especialización, de manera coherente con el perfil de egreso. Para su construcción hemos conversado con un importante número de egresados y de representantes de estudios jurídicos del país, quienes aportaron su visión sobre la formación de nuestro estudiantado en un proceso de revisión serio y que apunta al futuro.

Además, se podría profundizar aún más el eje de internacionalizar la Facultad y consolidar una proyección latinoamericana, como alguna vez la tuvo durante la primera mitad del siglo XX cuando muchos estudiantes extranjeros viajaban a Chile a formarse jurídicamente. La nueva presencialidad que iniciamos en marzo de este año presenta la oportunidad de reforzar el compromiso con una internacionalización académica más activa, por varias razones: actualmente, todas las universidades del mundo están expectantes por reanudar sus contactos y nuestra Facultad debe atreverse a consolidar su liderazgo, al menos a nivel continental; el proceso constituyente chileno, independiente de sus resultados, genera atención especial por el país y debemos aprovechar esta coyuntura; y, además, contamos con nuevas tecnologías telemáticas en toda la Facultad y hemos aprendido a usarlas durante la pandemia. Tenemos otras iniciativas en curso, como la revitalización del cuerpo académico, y el reconocimiento de su diversidad, queremos avanzar todavía más en pluralismo y equidad de género y en un ambicioso plan de infraestructura que comprende varias obras.

- Hay mucho trabajo por hacer, entonces.

Así es. Pero lo que se hizo en el período previo y lo que se hará en este nuevo período, todas estas variadas iniciativas que se inscriben en el marco de un proyecto más amplio, no las puede hacer una persona, ni un equipo directivo, por más eficientes o comprometidos que sean. Trabajaremos con todas nuestras fuerzas, ciertamente, pero no lo podríamos lograr sin la colaboración y apoyo de nuestra comunidad en su conjunto. Esta labor intensa recuerda aquello que el poeta español Salvador Quintero dijo de nuestro compatriota Vicente Huidobro: que junto a él no había reposo posible, que su vida era una invitación a la marcha infinita. La idea de una “marcha infinita” nos ha permitido asegurar mayor respeto y tranquilidad en nuestras aulas, también nos permitirá más y mejores logros académicos.

europapress