B. Central en RPM de marzo: "es fundamental el ajuste del impulso fiscal y monetario" para la convergencia del IPC

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Banco CentralLa presidenta del Banco Central, Rosanna Costa (segunda foto), el vicepresidente, Pablo García y los consejeros Alberto Naudon y Luis Felipe Céspedes votaron por aumentar la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 150 puntos base (pb) hasta 7%, en la Reunión de Política Monetaria (RPM) celebrada el 29 de marzo pasado.

De acuerdo al acta de la reunión, publicada este miércoles por el ente emisor, el Consejo del organismo concordó en que la tasa “debía seguir aumentando a un ritmo significativo, coherente con un escenario donde la inflación anual ya era elevada y seguiría aumentando en lo inmediato.” El escenario central del IPoM de marzo consideraba una TPM que se ubicaría cercana a 7,5% en el segundo trimestre del año. “Si bien ese escenario no era un compromiso del Consejo, pues las decisiones estaban sujetas a la evolución de la macro, permitía establecer las opciones de política relevantes para esta Reunión: aumentar la TPM en 125 pb; aumentarla en 150pb; y aumentarla en 175pb.”.

La minuta consigna que “todos los Consejeros concordaron en que las tres opciones eran plausibles, pero que la opción de 150pb era la que mejor se ajustaba técnica y comunicacionalmente con el mensaje que se quería transmitir. Una decisión como esta dejaba en una posición más cómoda para reaccionar frente a cualquier desviación o para acelerar el ajuste de considerarse prudente dada la nueva información que surgiera en lo venidero”.

Respecto las opciones de 125 y 175pb, hubo coincidencia entre los Consejeros en que ambas tenían desventajas, en particular la primera de ellas. A juicio de un Consejero, un aumento de 125pb podía descartarse basado en el escenario de expectativas de inflación que se enfrentaba y lo que una opción como esta señalizaría. En particular, porque sería una sorpresa importante, que podría transmitir una menor preocupación relativa respecto del escenario inflacionario y sus perspectivas. Respecto de la opción de 175pb, todos los Consejeros concordaron en que podría dar mayores señales de preocupación por la inflación, pero también podría dar indicios de una trayectoria de TPM que iría más allá de lo que indicaba el escenario central, por lo que era comunicacionalmente compleja. Del mismo modo, todos los Consejeros concordaron en que aumentos de la TPM superiores a 175pb —como se observaba en las expectativas de algunos agentes de mercado— estaban fuera del escenario macroeconómico que el Banco consideraba plausible.


Análisis y diiscusión de antecedentes 

Rosanna costa

En la exposición de antecedentes, el instituto emisor acota que “la inflación y sus perspectivas de corto plazo habían seguido aumentando y se anticipaban niveles cercanos a 10% para mediados de 2022. La mayor inflación estaba teniendo efectos significativos en las familias, y seguía respondiendo principalmente al excesivo incremento del gasto de los últimos trimestres. Este impacto se había acentuado en un escenario de importantes presiones de costos, las que habían vuelto a aumentar a causa del shock a los precios de las materias primas provocado por la invasión de Rusia a Ucrania.”

El escenario central de proyección del IPoM de diciembre consideraba que en la última parte de 2022 la inflación comenzaría a converger a la meta de 3%, cifra que alcanzaría dentro del horizonte de dos años. “Resolver los desequilibrios que había acumulado la economía en los últimos trimestres era vital para esta convergencia, siendo fundamental el ajuste del impulso fiscal y monetario, entre otros. Coherente con esto, y con un escenario externo menos favorable, tras el excesivo crecimiento de 2021, la economía se expandiría a tasas bajo su potencial en 2022 y 2023, con contracciones del consumo privado y la inversión”, señala el acta.

Durante el análisis y discusión de antecedentes, se mencionó que “más allá de las razones que explicaran el comportamiento de las expectativas de inflación, el hecho que se mantuvieran por sobre 3% a dos años plazo era un tema de preocupación. Por un lado, podía generar una persistencia de la inflación mayor que la supuesta en el escenario central del IPoM, lo que era un problema en sí mismo, por cuanto conllevaría una trayectoria de la TPM más contractiva en los distintos escenarios bajo análisis, de forma tal de asegurar la convergencia de la inflación a la meta de 3% en el horizonte de política monetaria. Por otro lado, en un contexto de elevada inflación en el corto plazo y una economía débil en el mediano plazo, mantener las expectativas de inflación alineadas con la meta era clave para que la política monetaria pudiera lidiar de forma adecuada con ese escenario”.


Decisión del Consejo

“Todos los Consejeros coincidieron en que la economía chilena enfrentaba un escenario complejo, y que la principal labor del Banco era asegurar la convergencia de la inflación a la meta de 3% en un horizonte de dos años. Por esta razón, el Consejo tomaría todas las acciones necesarias para cumplir con ese objetivo. No hacerlo, no solo pondría en entredicho la credibilidad del Banco Central, sino que también pondría en riesgo a la economía, pues podría terminar provocando un mayor costo en materia de actividad económica y empleo al debilitar su capacidad de implementar una política monetaria contracíclica”, sentencia el documento.

europapress