​Salud mental: en búsqueda del sitial que merece

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Jorge Fuentes

“Salud mental gratuita y de calidad como derecho” es el nombre de la iniciativa popular para la constitución realizada por Cristian Jara, ex integrante de un programa juvenil. La consigna – que nos trae de inmediato el recuerdo la instauración de la educación como eje del debate público- es por sobre todo la visibilización del eterno talón de Aquiles del sistema de salud.

Históricamente las enfermedades asociadas a la salud mental han sido marginadas del debate público y barridas bajo una alfombra que hoy no podemos ignorar. El prejuicio y las estigmatizaciones de una sociedad sin educación respecto a la salud mental, mientras de manera paralela el estrés comenzó a instaurarse como un modo vida ligado al “éxito y productividad”, terminó enfermándonos,presentando – incluso antes de la pandemia- los índices más altos de depresión en la región.

Es cierto, la llegada del Covid-19 disparó aún más cifras de trastornos como la ansiedad, estrés y depresión, sin embargo,los números debiesen haber alarmado hace bastante tiempo a quienes no sólo deben establecer el presupuesto en este ítem, sino que también deben velar por el bienestar de los ciudadanos mediante políticas que les permita el acceso a la salud y disponga herramientas que permitan una calidad de vida óptima.

Mientras desde hace más de 10 años las patologías asociadas a la salud mental ocupan el primer puesto de licencias médicas emitidas en el país, Chile sigue estando por debajo del presupuesto promedio para el financiamiento de salud mental, lo que conlleva que la cobertura de atención alcance, a lo mása un 20% de la población. Un número bastante más bajo que el 50% que alcanzan países de medianos ingresos.

El Ministerio de Salud es claro, el Auge “es el mecanismo fijado por Ley para priorizar garantías en la prevención, tratamiento y rehabilitación de enfermedades específicas que representan el mayor impacto de salud en la ciudadanía”. No obstante, sólo incluye cinco patologías asociadas a salud mental como lo son la depresión, esquizofrenia, consumo de sustancias, Trastorno Afectivo Bipolar y demencias.

Hoy estamos en un momento histórico donde podemos sentar las bases del Chile de los próximos años y que van más allá de cómo se va a componer y organizar los poderes, sino que también guiará el diseño y ejecución de las políticas públicas y la distribución de los recursos. Es, por tanto, de vital importancia darle a la salud mental el sitial que merece, abriendo paso a un trabajo conjunto de la medicina convencional y complementaria, entregando las garantías que, no sólo habrá un trabajo preventivo entorno a la materia, sino que, de padecer una enfermedad de salud mental, este no significará una nueva brecha entres quienes pueden tener acceso a tratamientos y quienes no.


Jorge Fuentes, 

Psicólogo y Director de Pranavida 

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