Demanda Pública

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Javier Fuenzalida

La artista virtual María Luisa Portuondo Vila (www.naranjapublicaciones.com) se ha especializado en un modelo para captar de las personas sus testimonios sobre los asuntos más importantes que les preocupan. No es una especialista en estadísticas ni metodología de investigación. No es ni socióloga ni cientista política, pero ha desarrollado un particular método para practicar sus investigaciones que ya cubren 18 países. Su propósito es auscultar el alma humana a través de testimonios de las personas que aborda, prescindiendo del típico cuestionario de las entrevistas con preguntas prestablecidas o con respuestas con opciones restringidas.

Simplemente les pide a anónimos ciudadanos que escriban en un cuaderno lo que estiman como su principal preocupación. Nada más. Su veracidad queda respaldada con la huella dactilar y fecha en la página donde la persona lo escribió. Una metodología muy singular que no obedece a las normas de encuestas basadas en una metodología probabilística en que todas las personas de un determinado universo investigado tienen la misma probabilidad de ser encuestados y no hay un cuestionario preelaborado como forma de detectar pensamientos sin sesgos predeterminados.

Acaba de presentar una publicación que contiene 1809 testimonio tomados en la calle desde el 25 de octubre del 2019 (día de la marcha pacífica) al 14 de febrero del 2020 en la zona de protesta, plaza Italia. Son tres tomos en que se expone su trabajo y conclusiones en las páginas inicial y el resto, casi el 90 % de las páginas, corresponden a la impresión de las hojas de cuadernos donde las personas escribieron de su puño y letra su preocupación prioritaria, sin que se le haya preguntado por tal o cual tema y que dejó constancia imprimiendo su huella digital y fecha.

Es diferente a la metodología de las investigaciones empíricas, pero la autora piensa que sus estadísticas responden no solo al pensamiento sino también a aspectos físicos y emocionales expresadas en lo que ella denomina “un proceso “artístico”.

No es una muestra diseñada de acuerdo con la teoría del muestreo estocástico de la inferencia estadística. Es una simple recolección de opiniones de los manifestantes en el período cubierto por el estudio.

Así, no sabemos cuan exacta puede ser la opinión predominante vertida por personas que, el día 25 marchaban, con la expresada por otras el 14 de febrero, casi cuatro meses más tardes cuando el clima ya no era el mismo.

Según Portuondo, el propósito es ofrecer un sistema de clasificación que permita recuperar una memoria que se pueda acotar y sea fiable para poder clasificarlas de acuerdo con las prioridades detectadas y no a teorías partidistas, afirmación que supone que quienes realizan encuestas de opinión no son objetivos en cuanto a la selección de una muestra y el cuestionario elaborado. Una acusación subjetiva.

Lo notable es que entre las dos fechas indicadas muchas cosas ocurrieron como la manifestación pacífica del 25 de octubre y el acuerdo de noviembre de 2019 para tener una nueva constitución, de modo que los testimonios recogidos no están totalmente condicionados a los eventos del día o la semana en que fueron tomados. Hay una gran variabilidad. Pero la autora piensa que esta colección de testimonio debiera orientar el proceso de la nueva constitución escrita por todos los ciudadanos.

De los 1809 testimonios recogidos surgen 1620 asuntos ordenados por su frecuencia cuantitativa de mayor a menor mención. El 66 % de ellos se refieren a la calidad de la educación en primer lugar, seguidos de la salud, el actual proceso constitucional, las condiciones económicas, las pensiones y la sociedad y es lo que los gobernantes, ejecutivos, parlamento y judicial deberían priorizar estableciendo la legislación pertinente y los mecanismo que permitan atender los deseos y necesidades de los ciudadanos. Son las demandas sociales. El cuadro que sigue muestra la distribución de estos testimonios que difieren del discurso político habitual.

Lo notable de esta singular investigación es que los primeros lugares son bastante coincidentes con los que revelen diversas encuestas de opinión que los expertos realizan, especialmente los siete primeros. Los que siguen, a partir del “fin de las AFP” (5.5 %) no son prioritarios, a pesar de las creencia de muchos políticos que los colocan en los primeros lugares.

No significa que no sean importantes, pero que los bomberos aparezcan al final de la lista se puede interpretar como algo importante pero no prioritario por el simple hecho que los incendios no se producen con la frecuencia con que los efectos de la educación deficiente por parte del estado es algo que los padres constatan diariamente.


Javier Fuenzalida A.

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