Chile, un país construido desde la comodidad

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Sebastiu00e1n Deutsch

Con el paso de los años hemos construido una sociedad desde la comodidad de algunos- dada la falta de regulación por parte de la autoridad- sin darnos cuenta del costo social que esto implica. Si hacemos un análisis de nuestras ciudades y cómo las hemos construido nos daremos cuenta que la comodidad de quienes tienen -y pueden- se han impuesto por sobre el bien de la sociedad sin considerar los costos asociados de los distintos integrantes de la sociedad.

Recuerdo que cuando era chico visitaba a mi padre en Huérfanos con Estado. El centro era un lugar pujante lleno de cafés, tiendas de Betamax y VHS, siendo un placer ver como confluían distintas clases sociales en un punto central para después regresar a sus casas demorándose todos casi lo mismo. Pasaron 20 años y el aumento del tránsito implicó que los dueños de las empresas – que comenzaron a demorarse más en llegar a su lugar de trabajo- trasladaron sus oficinas a El Bosque con Isidora Goyenechea. Eso significó que ellos acortaron a la mitad su tiempo de desplazamiento y aumentó al doble el de sus colaboradores. A los 10 años surgió Nueva Las Condes y otros espacios en Lo Barnechea alejando aún más a los colaboradores de sus hogares, llegando a triplicar su tiempo de desplazamiento respecto de lo que era en los 80. Finalmente, lo que hicimos fue construir un modelo de ciudad cuya planificación está dada por la comodidad de quien concentra el poder económico- sin contrapeso por parte de la autoridad- con un incentivo perverso respecto de las comunas en donde ellos mismos habitan y sin considerar el costo marginal de cada individuo.

Qué mejor forma de ejemplificar cómo la comodidad ha moldeado nuestra vida es la clínica construida en Las Condes con Estoril. En este lugar trabajan cerca de 400 doctores y 3.600 colaboradores, es decir, para que el doctor pueda desempeñar su función requiere de 9 personas que lo apoyen como enfermeras, recepcionistas, personal de limpieza, técnicos médicos, cocineros, etc. Las personas asisten a este centro de salud, por lo general, tienen mayor libertad horaria disponible para poder asistir a una hora. El tiempo promedio de desplazamiento para una visita al doctor ocasional no es mayor que 30 minutos en la hora del taco al igual que el doctor, sin embargo los 9 colaboradores que permiten esto deben desplazarse todos los días 90 minutos de ida y 90 de vuelta en promedio, sin poder dar uso productivo a este tiempo perdido.

El llamado es claro, debemos repensar el modelo. Por ejemplo, un centro médico con una recepcionista para las distintas consultas implica que sólo un colaborador tiene que desplazarse para atender a 4 o 5 doctores, lo que implica que el salario de este colaborador puede ser incrementado para compensar el costo de desplazamiento de éste, es decir, puede pagar más. Por otro lado, si la clínica estuviese en otra comuna que no sea del sector oriente permitiría que el paciente, que es ocasional, se demorara menos de una hora y es que los 8 colaboradores necesitaran menos tiempo de desplazamiento ya que vivirán en la zona o en las comunas aledañas. A ello podríamos sumarle que la municipalidad tendría un ingreso importante por concepto de patentes, generando polos de desarrollo en torno a la clínica.

Hoy no sólo necesitamos construir una ciudad desde lo justo más que desde la comodidad, donde la calidad de un servicio sea valorado por su desempeño y no porque donde esté ubicado, sino que también se requiere generar negocio pensados con este misma lógica. 12tren parte desde esta dinámica, donde se analiza donde viven los potenciales clientes, los proveedores, los espacios y horarios que están en y, sobre eso, se planifica para llegar Puente Alto a Quilicura y desde Lo Barnechea a Maipú.

Cuando la calidad de vida está en juego, debemos hacer los cambios necesarios que nos permitan crear sociedades justas, centradas en el bienestar de todos y no de sólo unos pocos.


Sebastián Deutsch 

Ingeniero Comercial y Emprendedor 

europapress