​El otro coletazo de la inflación

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Jorge Fuentes

Durante el último tiempo el alza que en el IPC, que ha llevado a una inflación anual del 6%, se ha tomado las conversaciones tratando de explicar cómo proceso inflacionario impacta en nuestro bolsillo.

Aumento en los precios, tasas de interés que dificultan el acceso a créditos y nuevas condiciones que alejan a los chilenos del sueño de la casa propia son parte del impacto que estamos viviendo producto de la economía que sufre tras la pandemia y que sólo viene a sumar sentimientos de preocupación, incertidumbre y frustración en la población.

No parece raro que, ante un escenario tan complejo y del cual no teníamos registro hace cerca de 13 años, el acento esté puesto en cómo nos afecta en el día a día.Sin embargo, parece relevante considerar también la forma en que una crisis económica repercute en la salud mental de las persona, más aún considerando la fragilidad en la que nos encontramos.

Quizá uno de los mayores problemas que tenemos a la hora de dar la relevancia necesaria a los problemas de salud mental es la incapacidad de ver que existen diferentes situaciones que, a nivel social, generan emociones negativas que, estando presente de manera prolongada, afectan el bienestar y la salud de las persona de manera masiva. El estallido social y la pandemia son una muestra ello, pero así todo no nos permitió tener las herramientas disponibles de manera previa para hacer frente a una avalancha de consultas que fueron pronosticadas.

Con la experiencia reciente y una salud mental profundamente debilitada, parece necesario generar planes preventivos y aumentar las medidas de ayuda a la población, poniendo al servicio de ella las diferentes herramientas que permitan hacerle frente a la angustia de sentir que el trabajo no logra dar los frutos económicos que se tenían pensados, el temor latente a la posibilidad de perder la fuente laboral o como ciertos proyectos se ven aplazados indefinidamente producto de factores de los cuales no se tiene control.Y es que justamente esta falta de manejo en las distintas situaciones que ocurren en nuestra vida, la que genera distintos sentimientos asociados a patologías correspondiente a la salud mental.

Así como se generan medidas para sostener el impacto económico, es urgente hacer lo mismo en materia de salud mental, pues no poner instrumentos a disposición de las personas no sólo tendrá impacto en una fuerza laboral que requiere estar sana para generar una reactivación, sino que profundiza los preocupantes indicadores que han dejado estos años críticos, dificultando la posibilidad de tener pronto una sociedad sana y centrada en el bienestar de sus ciudadanos. 


Jorge Fuentes

Psicólogo y Director de Pranavida 

europapress