Las propuestas de la FNE para fomentar la competencia en la industria de tarjetas de pago

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El Subjefe de la División Antimonopolios de la Fiscalía Nacional Económica (FNE), Alejandro Domic, expuso ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) los cuatro ejes más relevantes para la regulación que podrá dictar el Tribunal respecto de las prácticas comerciales establecidas por las marcas de tarjetas de pago (Visa, Mastercard y Amex) en relación con operadores adquirentes, proveedores de servicios de pago y comercios.

En la audiencia que se realizó el miércoles y jueves pasado, el abogado precisó que, bajo el modelo de cuatro partes que se está desarrollando en Chile, las marcas de tarjeta son las que generan las reglas de interacción entre quienes participan en sus redes de pagos, y en esa función se debe evitar que generen restricciones injustificadas a la competencia o incentivos contrapuestos con el bienestar social.

Para lograr estos objetivos, la FNE propuso establecer limitaciones a la capacidad de las marcas de tarjetas de decidir arbitrariamente la asignación de licencias para nuevos operadores, de manera que no tengan incentivos para retrasar o inhibir la entrada de empresas innovadoras y disruptoras en ese segmento de mercado.

También indicó que se debe extender a todos los operadores adquirentes la posibilidad de afiliar separadamente por marca y tipo de tarjeta, (medida que respecto de Transbank fue establecida como una obligación en el avenimiento suscrito entre esa empresa y la FNE en el año 2005), como reflejo de la libertad de los comercios de elegir los medios de pago que aceptarán, fomentando así la competencia entre marcas de tarjeta.

Respecto de los proveedores de servicios de pago y subadquirentes (PSPs), indicó que estas empresas proveen servicios especializados y diferenciados de aquellos que prestan los adquirentes con los que deben interconectarse, por lo que las restricciones a sus actividades contenidas en las reglas de las marcas de tarjetas limitan la posibilidad de ejercer mayor competencia en este segmento.

Debido a ello, la FNE propuso reemplazarlas por otras medidas que se ajusten de manera adecuada a los riesgos de insolvencia y a la prevención de actividades ilícitas, limitando el traspaso de información comercial estratégica a los adquirentes, quienes deberán implementar medidas de resguardo para evitar que tengan un uso anticompetitivo.

La FNE planteó que, para aplicar estas medidas, las autoridades regulatorias sectoriales deberían establecer cuál es la información mínima indispensable para que los adquirentes cumplan con sus obligaciones legales, y que cualquier otra información requerida por estos entes o por las marcas sea entregada directamente por los PSPs, sin intermediación.

La audiencia se realizó en el marco del proceso no contencioso que el Tribunal inició el 25 de septiembre del año pasado (Rol NC 474-20) para analizar la necesidad de dictar Instrucciones de Carácter General para fomentar la competencia en esta actividad.

El ejercicio de esta facultad del TDLC permitiría adaptar las reglas establecidas por las marcas de tarjetas a un contexto de mercado en transición, desde el término del modelo de tres partes en que Transbank ejercía la función central del sistema.

europapress