​Crisis climática: Una oportunidad para construir consensos

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Daniel Vercelli

El reciente informe del IPCC (Intergovernmental Panel on Climate Change) pone al reloj mundial en cuenta regresiva. Según indica el contundente reporte de la ONU, desde la ocurrencia de la Revolución Industrial las emisiones han tenido una tasa de crecimiento sostenida y actualmente llegan a los niveles más altos de los últimos 800.000 años, lo que significa que la actividad humana ha calentado el planeta a un ritmo sin precedentes.

En paralelo, se vienen desarrollando eventos y fenómenos de distinta índole que conforman una madeja de disrupciones, cambios y fuentes de incertidumbre para cualquier actor que quiera proyectar escenarios futuros: los sucesivos eventos en el calendario electoral de varios países de Latinoamérica, los procesos constituyentes en desarrollo como es el caso de Chile y las manifestaciones de descontento social que han recorrido la región. Todos estos fenómenos están evidenciando fracturas y distancias sociales que en apariencia, tienden a fragmentar nuestras sociedades. O al menos hacen más visibles los puntos de discordia.

¿Por qué hablar al mismo tiempo de esos procesos coyunturales (políticos y sociales), y al mismo tiempo del evento estructural que significa el cambio climático? Porque a raíz de este último, salen a la luz vectores de posibles acuerdos transversales, lo que podría servir como punto de inicio a conversaciones que se hagan cargo de temáticas donde las diferencias son más profundas.

En efecto, uno de esos puntos de convergencia en la agenda pública y política es, por supuesto, la necesidad del cuidado del medioambiente. Ya no se trata solo de lo que leemos en el reporte de la ONU, nosotros mismos estamos viviendo escenarios de estrés hídrico, la amenaza de racionamiento y escasez, temperaturas inusuales y fenómenos atmosféricos desplazados del tiempo y geografía, lo que ha aportado a ampliar la caja de resonancia donde se comentan y discuten estos temas.

Desde el mundo privado, también se busca converger hacia la priorización de la acción climática como parte del desarrollo de los negocios y como condición fundamental para la proyección de los mismos en el tiempo. Los ejemplos provienen de una creciente cantidad de industrias (financiera, energética, consumo masivo, agrícola, etc.) y al interior de diversas instancias de coordinación se debate sobre cómo acelerar y con cuáles métricas medir, incentivar, compensar, o incluso castigar a quienes no son parte activa de los esfuerzos para alcanzar metas sustentables para la comunidad.

Visto así, el desafío climático y ambiental no sólo posee interés transversal para el mundo público y privado, también significa un ámbito de convergencia donde podemos encontrar certezas que despejan la nube de incertidumbre hacia el futuro. Es indiscutible que hoy estamos en un punto apremiante y es también cierto que las comunidades demandan acciones concretas, soluciones reales, y en cualquier ejercicio de proyección institucional, legal, regulatoria, tributaria o financiera, habrá consenso en esta materia. Es bastante probable que cualquier nueva constitución, ley, mecanismo de evaluación o regulación en cualquiera de los países de la región será en adelante más ambiciosa respecto del estado actual.

A partir de ese consenso y certidumbre, desde el mundo público y político es posible construir un mapa de acuerdos, reservando para uno de los primeros lugares en la lista aquellos donde se prevé más facilidad para acordar, de manera de ir construyendo confianzas y diálogos que luego permitan abordar los aspectos más complejos.

Por su parte, desde el sector privado, en especial en el ámbito del gobierno corporativo de las empresas, es posible anticipar riesgos y escenarios sobre los cuales construir propósitos y estrategias que vayan posicionando a las empresas en el camino correcto en términos de su contribución a la solución de la problemática ambiental actual, y al mismo tiempo, les permitan desde la legitimidad ser un actor que aporte en la discusión de soluciones país y políticas públicas.


Daniel Vercelli 

Managing Partner Manuia

europapress