¿Cuándo se cerrará Codelco?
Los ambientalistas son cada día más inconsistentes. Abogan y se movilizan cuando, sin serios argumentos o evidencias, se oponen a determinados proyectos. Provoste, Maldonado y Boric les siguen la corriente y declaran que el proyecto Dominga es una irresponsabilidad. ¿Lo es también Codelco, Enap, Enami y otros emprendimientos estatales?
Apenas 300 personas salieron a apoyarlos y protestar en La Serena contrastando con el apoyo al proyecto de parte de pobladores locales de La Higuera. Han esperado 11 años desde que fue aprobado por el Servicio de Evaluación Ambiental al que además se sumaron la Participación Ciudadana de la zona (Caleta Hornos, El Trapiche, Punta Choros, Punta Colorada, Chungungo, Totoralillo Norte y La Higuera), de las comunidades agrícolas, juntas de vecinos, Agrupaciones de Mujeres, Centros de Madres, Clubes de Adulto Mayor, Asociaciones Gremiales de Pescadores y Sindicatos de Pescadores entre otros. desde el 2013, Sernapesca y autoridades marítimas.
Los contrarios al progreso normalmente argumentan que dañan al medio ambiente, flora, fauna, o ensucian el aire y las aguas, y echan mano de cualquier otro panfleto que pueda servirles de apoyo. Greta Thumberg pasó de moda.
Han transcurrido 8 años desde su presentación y modificaciones pertinentes que evitan los daños ambientales para realizar esta inversión de US $ 2.500 millones y que, generando 35.000 puestos de trabajos directos e indirectos, producirá anualmente 12 millones de toneladas de concentrado de hierro y 150.000 de concentrados de cobre. Esta vez ha sido aprobado por 11 votos a favor y solo uno en contra a diferencia del rechazo político del 2017 que debió ser posteriormente anulado por el Tribunal Ambiental de Antofagasta, considerando que el proyecto cumple con la totalidad de las normas ambientales (ley 19.300) que brinda protección a las áreas silvestres y los aspectos lumínicos requeridos por los observatorios astronómicos de la zona.
La larga trayectoria de aprobaciones y rechazos demuestra que el proyecto fue objeto de presiones políticas en que el estado, actuó contra los intereses del país contrariando las consideraciones científicas y técnicas y las preferencias de la población local.
Adicionalmente y para resguardar la flora y fauna, se contempla la creación de un centro de investigaciones dedicados a las especies marinas…, algo que las empresas estatales nunca han hecho.
Con la misa fuerza con que los ambientalistas han protestado por el desarrollo de este proyecto y con los mismo argumentos, hasta ahora nunca han salido a marchar solicitando la prohibición de explotar el cobre, hierro, litio, salitre, hidrógeno verde, plantas eléctricas solares y eólicas, como tampoco el cierre definitivo de Chuquicamata, La Escondida, Salvador, El Teniente, Paipote, Ventanas que, en base a los argumentos y evidencias en contra de Dominga, justificaría el fin de la minería del cobre en Chile y quizá cuantos otros emprendimientos semejantes como la refinería de Con Con, Fundición de Ventanas, Huachipato, inatalaciones de la Enap en Magallanes, etc.
Para los ambientalistas, el desierto de Atacama, las aguas australes donde se crían salmones, las plantaciones forestales, plantas hidroeléctricas se localizan en territorios sin valor puesto que aceptan, sin más, las actividades desarrolladas en esas zonas. No les preocupa las grandes extensiones que ocupan las plantas eléctricas solares y eólicas porque tienen el concepto que el desierto y las montañas es tierra inútil. No se explica de otra forma.
Este doble standard perjudica a miles de trabajadores, los mejores pagados de Chile, que tendrían que salir a buscar la limosna pública para poder subsistir y permitir así que vegetales y animales silvestre que habitan el desierto recuperen los territorios que habitaban antes de la llegada de los emprendimientos mineros.
¿Qué dirían los ambientalistas que viven confortablemente en ciudades si les declarasen que sus viviendas producen daños ambientales a vegetales animales, emiten gases venenosos y se ordenara su demolición?
Es muy fácil oponerse sentado desde un cómodo y mullido sofá en o desde los amplios salones de La Moneda y el Congreso.
Javier Fuenzalida A.
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