Última Cuenta Pública del Presidente Piñera: mea culpa, logros y confianza en repunte económico

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El Presidente Sebastián Piñera realizó esta tarde la Cuenta Pública a la Nación. En la instancia, el Mandatario anunció un Fondo de Salud Extraordinario de US$ 2 mil millones para enfrentar la pandemia del Covid-19; la entrega de 260 mil soluciones habitacionales en 2021; el kínder obligatorio, gratuito y garantizado para todos los niños; la continuidad y fortalecimiento de la Red de Protección Social durante el tiempo que sea necesaria; un fortalecimiento del Orden Público y la Seguridad Ciudadana y un especial foco en la recuperación de los empleos y la economía; y urgencia a proyecto de matrimonio igualitario.

A continuación, pasajes destacados de su presentación:


Momento histórico y visión de futuro

A lo largo de su historia, nuestra patria ha conocido tiempos de triunfos y tiempos de derrota, tiempos de unidad y tiempos de división. Tiempos de bonanza y tiempos de carencia.

Desde que recuperamos nuestra democracia, surgió una sociedad más abierta, más plural, más diversa, pero también con precariedades y fragilidades como los problemas de la infancia, la vejez, la enfermedad, el endeudamiento o la soledad.

Mejoramos nuestras carreteras, puertos y aeropuertos. Mejoramos nuestras viviendas, parques y espacios públicos. Aumentamos la expectativa de vida de 73 a 80 años. Pero también permitimos el deterioro de nuestros barrios, vínculos sociales y sentido de pertenencia. Fortalecimos la red de protección social, pero se debilitaron las seguridades fundamentales como aquellas asociadas a la delincuencia y el narcotráfico.

Las empresas crecieron, se abrieron al mundo, conquistaron mercados internacionales y generaron más trabajos y mejores salarios. Pero la sana competencia de los mercados y el trato respetuoso a los consumidores se debilitó por prácticas abusivas o colusiones inaceptables.

Nuestro Estado se hizo más grande y robusto, pero no se modernizó como debía hacerlo. Y lo más importante, descuidó la misión del Estado que es siempre servir a las personas, proveyendo servicios públicos con calidad y dignidad. El Sename es quizás el más triste ejemplo de esta falencia.

Todos los Gobiernos, desde que recuperamos la democracia, hicieron su aporte para hacer de Chile un país mejor. 

Estos avances y progresos, con sus luces y sombras, son reales y debemos no sólo reconocerlos, sino también valorarlos. Fueron fruto del esfuerzo, aporte y visión de varias generaciones de chilenas y chilenos y de gobiernos de distintos signos políticos, que nos permitieron crecer, reducir la pobreza, dar paso al surgimiento de una amplia clase media y crear nuevas oportunidades donde antes no existían.

Pero estas tres décadas de progreso también dejaron grietas y personas postergadas, que debemos reconocer y acoger. Ellas hoy nos interpelan y con justa razón. Fuimos ingratos con nuestros adultos mayores. No cuidamos como merecían a los niños más vulnerables. No enfrentamos con mayor decisión las carencias y temores de la clase media. No redujimos con suficiente velocidad las desigualdades. 

Hoy nuevamente estamos en una encrucijada de la historia. Al igual que al mundo entero, nos azota una pandemia devastadora que ha causado dolor, muerte y pérdida de libertades. La crisis que se manifestó el 18 de octubre sigue latente. Estamos recorriendo un camino hacia una nueva Constitución para recuperar nuestros lazos compartidos, pero la confianza y la cohesión social siguen debilitadas. Enfrentamos además una recesión económica sin precedentes, que ha significado carencias, privaciones y la destrucción de empleos y pymes, que no solo eran fuentes de trabajo e ingresos, eran también proyectos de vida y proyectos de familias.

Estamos nuevamente en un momento crucial en el que las decisiones de hoy marcarán, confiamos que para bien, nuestro destino y el de las próximas generaciones.

Nuestro Gobierno hará su aporte, pero no será el Gobierno que complete esta misión. Quien asuma la Presidencia y concurra ante este Congreso Pleno el próximo año, deberá continuar esta misión con responsabilidad, conciencia del momento histórico y visión de futuro. 


Matrimonio igualitario

En nuestro primer gobierno impulsamos el Acuerdo de Vida en Pareja.

Hoy pienso que debemos profundizar sobre el valor de la libertad, incluyendo la libertad de amar y formar familia con el ser amado. Y también en el valor de la dignidad de todas las relaciones de amor y afecto entre dos personas.

Pienso que ha llegado el tiempo de garantizar esa libertad y esa dignidad a todas las personas. Pienso que ha llegado el tiempo del matrimonio igualitario en nuestro país.

Por estas razones anunciamos hoy que pondremos urgencia al proyecto de ley que lleva años en el Congreso y que establece el matrimonio igualitario en Chile.

De esta forma todas las personas, sin distinguir por orientación sexual, podrán vivir el amor y formar familia, con toda la dignidad y protección que ellas necesitan y merecen.


El desafío de La Araucanía

Sabemos que la situación de la Araucanía, y también la provincia de Arauco, tiene múltiples raíces y siglos de dolorosos desencuentros entre los pueblos indígenas y el Estado de Chile.

Para acercar posiciones y avanzar en soluciones, al inicio de nuestro Gobierno propusimos un Acuerdo por el Desarrollo y la Paz en la Araucanía, el que extendimos a la Provincia de Arauco.

Durante estos 3 años hemos tenido avances en el Plan Impulso Araucanía, como aumentos en la inversión pública y privada, mejoras en la infraestructura, 10 nuevos hospitales, 21 nuevos Centros de Salud Familiar, y 23 nuevos Liceos Bicentenario.

Sin embargo, es verdad, no hemos logrado avanzar como debimos en el diálogo y en el control de la violencia, narcotráfico y terrorismo en la zona. Esto no sólo significa dolores y angustias para los habitantes de la Araucanía y Arauco, sino también una deuda y un fracaso del Estado en su conjunto, que constituye un grave riesgo para nuestra democracia.

Sólo podremos avanzar si reconocemos que no hay dilema ni contradicción alguna entre reconocer la deuda con nuestros pueblos indígenas, y el compromiso de proteger a los ciudadanos de la violencia, el temor y el terrorismo.

¡Ninguna demanda, por legítima que sea, puede basarse en la violencia y el terror!

Esta situación aún no resuelta, no debe impedirnos avanzar fortaleciendo al Estado y las oportunidades del sector privado y emprendedores de la región.

Hoy anunciamos un refuerzo del Plan Impulso Araucanía, que mejorará la conectividad digital, a través de la implementación prioritaria de la Red 5G,tecnología de quinta generación; el despliegue de la Fibra Óptica Nacional en 24 comunas de la región y en las 7 comunas de la Provincia de Arauco; la ampliación del tren Victoria – Temuco hasta Padre las Casas; la incorporación de buses eléctricos al transporte público; y un Plan Especial de infraestructura, agua potable y caminos.

También debemos avanzar en reconocer y promover mejor la identidad, historia, costumbres, tradiciones, lengua y cosmovisión del pueblo mapuche y de los otros pueblos originarios. En estos tres años hemos impulsado la creación del Consejo de los Pueblos y el Ministerio de Asuntos Indígenas, incorporado cerca de 300 educadores tradicionales de la lengua y cultura mapuche, presentamos un Proyecto de Ley para decretar feriado el día nacional de los pueblos indígenas, y contamos con 17 representantes de los pueblos originarios en la Convención Constituyente. Los pueblos indígenas constituyen una parte fundamental de la identidad y riqueza de la nación chilena.

Para lograrlo debemos reabrir los caminos del diálogo y encuentro inclusivo entre todos los habitantes de la región.

Además, debemos resolver la situación de tierras, lo que requerirá no sólo más recursos para la compra de tierras para comunidades pacíficas, sino también, realizar un catastro global de la situación de las tierras, que contenga las ya entregadas y su estado de producción, y los compromisos pendientes del Estado.

Ni el Plan Impulso Araucanía, ni el diálogo y reencuentro, ni la solución al tema de las tierras podrán avanzar sin un claro y total compromiso contra la violencia y a favor de la paz, el orden público y el Estado de Derecho.

Pedimos al Congreso aprobar con urgencia leyes tan importantes como la ley Juan Barrios, las leyes contra el robo de madera y usurpación de tierras.

También requiere fortalecer no solo a las Fuerzas de Orden y Seguridad, sino también mejorar la coordinación y eficacia de la acción de todas las instituciones que participan en esta causa, incluyendo por cierto al Gobierno, las Fuerzas de Orden y Seguridad, el Ministerio Público, el Poder Judicial, el Poder Legislativo y los Municipios. 


Mejor Salud

En el Sistema de Isapres eliminamos las discriminaciones hacia las mujeres, , y seguiremos impulsando la ley para reforzar la libertad de elección y terminar con los clientes cautivos, y un mecanismo regulador de precios, para evitar alzas injustificadas en los planes.

También estamos impulsando una Política Nacional de Medicamentos, que ha logrado reducciones significativas en los precios de 2.700 medicamentos, especialmente los más usados por la gente. Y a través del proyecto Fármacos 2, estamos avanzando hacia un mercado de medicamentos más competitivo, con menos abusos y menores precios, aliviando así el bolsillo de los chilenos, y muy especialmente, a los enfermos crónicos y adultos mayores.

Para evitar que una enfermedad costosa se transforme en catástrofe financiera para las familias, enviamos a este Congreso el Proyecto que crea el Seguro de Enfermedades Catastróficas.

Además incorporamos 5 nuevas patologías al Plan Auge como el Alzheimer, los cánceres de pulmón, tiroide, riñón y mieloma múltiple, y pusimos en marcha el Plan Nacional del Cáncer y de cuidados paliativos.

Dada la obsolescencia de gran parte de nuestra Red de Hospitales, en agosto del 2018 pusimos en marcha el Plan Nacional de Infraestructura Hospitalaria y de Salud, que permitirá entregar durante nuestro Gobierno 22 nuevos hospitales y 110 nuevos Centros de Salud, y dejar en construcción 36 hospitales y 40 Centros de Salud.

Anunciamos hoy que crearemos un Fondo de Salud Extraordinario por U$ 2 mil millones, para financiar la lucha contra el Covid y sus secuelas, fortalecer los servicios y cobertura del Hospital Digital, y reducir las listas de espera, especialmente en atenciones de salud mental, especialistas y cirugías.

Sin duda, han sido 20 meses de adversidades para nuestro país y para las familias chilenas. Pero también tiempos en que los chilenos hemos mostrado resiliencia, coraje y fortaleza para enfrentar estas adversidades.

 ¿Cómo ha reaccionado nuestro Gobierno frente a estas crisis?
 Hemos hecho siempre lo que creemos mejor para Chile y los chilenos. Hemos entregado lo mejor de nosotros mismos, sin escatimar ningún esfuerzo ni sacrificio.  Y hemos actuado siempre dentro del marco de la Constitución, las leyes, el Estado de Derecho y el respeto a las personas.
 Sin duda nos hemos equivocado. Muchas personas han sentido rabia y frustración por no siempre recibir las ayudas que necesitaban en el momento oportuno y a ellos les pedimos perdón. Pero nos hemos desvelado y hecho todo lo que está a nuestro alcance para buscar soluciones justas y responsables a la inmensa cantidad de problemas y dificultades que han debido enfrentar las familias chilenas. 


"En Chile no hay presos políticos"

La adecuada defensa de los derechos humanos requiere de instituciones sólidas y con capacidad para cumplir sus funciones de manera autónoma y eficaz.

Por estas razones, hoy anuncio que, en conjunto con el Ministerio Público, crearemos una Fiscalía Especializada en delitos contra los Derechos Humanos. Además, en el corto plazo, hemos incrementado los recursos para el Servicio Médico Legal, lo que permitirá facilitar sus funciones. Asimismo, incrementaremos los recursos del Instituto Nacional de Derechos Humanos y la Defensoría de la Niñez, para que estas importantes instituciones puedan cumplir su labor, con especial énfasis en el acompañamiento a las víctimas, la prevención y el fortalecimiento de una cultura de derechos humanos.

Hoy queremos anunciar que también seguiremos fortaleciendo los programas de atención a las víctimas de trauma ocular y lesiones graves, ampliando el acompañamiento y apoyo para una reparación más integral en todas las regiones del país.

En las próximas semanas, y fruto de una amplia participación ciudadana, enviaremos un Proyecto de Ley para remplazar un Decreto de 1983, y garantizar y regular el derecho a la reunión pacífica, permitiendo su libre ejercicio, respetando los derechos de los demás y conforme a los principios y estándares internacionales.

Queremos ser muy claros. En Chile no hay presos políticos, porque en Chile no hay ninguna persona que esté privada de libertad por sus ideas. Hay personas privadas de libertad, por decisión de tribunales independientes, por delitos graves como homicidio frustrado, lanzamiento de bombas molotov, incendio con resultado de muerte y otros. En consecuencia, nos oponemos a una ley de indulto o amnistía. Debemos dejar que la Fiscalía y el Poder Judicial cumplan su misión, respetando el debido proceso, de acuerdo al Estado de Derecho.

Por otra parte, como lo consignamos en nuestro Programa de Gobierno, las Fuerzas de Orden y Seguridad requieren una profunda modernización, que ya está en marcha y recoge las experiencias de las mejores policías del mundo. Su objetivo es fortalecer el control de la autoridad civil, mejorar y modernizar los procedimientos administrativos y operativos de Carabineros, su proceso de formación y carrera funcionaria, incluyendo la formación en derechos humanos, y la estrategia, operación y eficacia de la acción policial.

Esta modernización permitirá resguardar mejor el orden público y la seguridad ciudadana, con pleno respeto de los derechos humanos y plenas garantías a las libertades, la paz y la seguridad de las familias chilenas.

En esta dirección apuntan los cambios ya hechos en materia de protocolos y procedimientos, modernización de la tecnología y los equipamientos de las policías. También debemos destacar la aprobación de la Ley Antiportonazos, la Ley Antibarricadas y la Ley Antisaqueos, la Ley que crea el Sistema Táctico de Operación Policial (Stop) y el Plan Calle Segura y de Televigilancia Móvil.

Estos esfuerzos han dado frutos. Las últimas encuestas ENUSC, incluyendo la que conocimos hoy, revelan una reducción en las cifras de victimización desde un 28%, cuando asumimos al Gobierno, al 19,2%. Pero no nos engañemos, aún nos queda mucho por mejorar. La ciudadanía mantiene una alta y creciente percepción de temor, explicada por la mayor violencia y uso de armas en la comisión de delitos. Este temor afecta el día a día de las familias.

Hoy queremos anunciar que, para consolidar este proceso de reforma, pronto enviaremos al Congreso tres Proyectos de Ley:

El primero, tal como lo hemos acordado con la Comisión Bicameral de Seguridad Pública, a la cual agradecemos su valioso aporte, crea un nuevo Ministerio de Seguridad Pública, distinto y separado del Ministerio del Interior, que se especializará y concentrará en el resguardo del orden público, la prevención del delito, el combate a la delincuencia, el crimen organizado, el narcotráfico, el terrorismo, y la protección de nuestras fronteras.

También queremos anunciar que pronto enviaremos un Proyecto de Ley que crea la Agencia Nacional de Ciberseguridad, para prevenir y combatir los delitos informáticos.

Finalmente, un tercer Proyecto establecerá una nueva carrera funcionaria de Carabineros, para las nuevas generaciones. Pido a este Congreso, y a todos mis compatriotas, abordar estos Proyectos con unidad, mirada de Estado y visión de futuro. 


Crisis sanitaria y vacunación

Esta semana llegaremos a 11 millones de personas vacunadas con una dosis, lo que representa a más del 70% de la población objetivo. Estos esfuerzos y resultados no sólo ponen a Chile entre los 3 países del mundo que más rápido han avanzado en la vacunación, sino que mucho más importante, han permitido proteger la salud, y sin duda lo más importante, han salvado muchas vidas.

Las vacunas que estamos aplicando en Chile son seguras y eficaces. De hecho, de acuerdo a las cifras de la última semana, las personas vacunadas tienen un tercio de posibilidades de contagiarse y un décimo de posibilidades de llegar a la UCI, que las personas no vacunadas.

Nadie sabe cuanto durará esta pandemia. De hecho, América Latina está viviendo hoy el peor momento. Tenemos que aprender a convivir con ella. Por eso, queremos pedirle encarecidamente a todos los chilenos que se vacunen, cumplan con los cuidados personales y respeten las normas sanitarias. Tenemos vacunas para todos. La vacuna no sólo protege la salud de la persona vacunada, protege también la salud y la vida de sus seres queridos, su familia, sus compañeros de trabajo y su comunidad.

¡El no vacunarse es un acto de irresponsabilidad. El vacunarse es también un acto de solidaridad!


Recuperación del empleo

La crisis económica generada por la profunda Recesión de la Economía Mundial, nuestro Gobierno adoptó oportunamente una política fiscal contra cíclica, de mayor gasto público, mayores alivios tributarios y apoyo a las Pymes. En conjunto con el Banco Central también adoptamos las medidas necesarias para asegurar la liquidez y el buen funcionamiento del sistema de créditos y pagos de nuestra economía.

Los resultados de esta política han permitido reducir la caída de nuestra economía durante el año 2020 y fortalecer su recuperación durante el año 2021. De hecho, en el contexto de América Latina, Chile tuvo una de las menores contracciones de su economía el año 2020 y tendrá una de las mayores recuperaciones durante este año 2021. El crecimiento de 14,1% de nuestra economía que mostró el IMACEC que conocimos hoy, nos confirma que la recuperación tiene fuerza y ya está en marcha.

Durante esta pandemia perdimos más de 1,8 millones de empleos. Ya hemos logrado recuperar más de 1 millón. Tenemos que seguir trabajando para recuperar los empleos que faltan, porque detrás de cada empleo recuperado hay no solamente mayores ingresos, también hay mayor dignidad y oportunidades para las familias.

Junto a todos los chilenos estamos trabajando para que los frutos de esta recuperación económica lleguen al bolsillo de todos los chilenos y le den mayor seguridad y mejor calidad de vida a todas las familias. De eso se trata el desarrollo.

Frente a la profunda crisis social, en marzo del año pasado nuestro Gobierno empezó a construir una Red de Protección Social para enfrentar la emergencia y acompañar y llevar ayuda y alivio a las familias chilenas.

Aceptamos las críticas y reconocemos nuestros errores. Por ello hemos fortalecido, ampliado y simplificado permanentemente nuestra Red de Protección Social, a través de importantes medidas que se basan en cuatro pilares. El primero es la entrega de bonos y alimentos, como el Ingreso Familiar de Emergencia, el Bono para la Clase Media y el Programa de Canastas de Alimentos para Chile. El segundo pilar es la incorporación de Seguros Sociales, como la Ley de Protección al Empleo, el fortalecimiento del Subsidio de Cesantía, los Subsidios al Empleo y la continuidad garantizada de los servicios de utilidad pública. 


Planes de apoyo

El tercer pilar son los créditos solidarios, como los Créditos Fogape y los Prestamos Solidarios para la Clase Media. Y el cuarto pilar son los beneficios tributarios, como las postergaciones de pago de contribuciones y patentes, y la devolución anticipada a las personas de sus créditos tributarios.

Esta Red de Protección Social ha permitido acompañar y proteger a más de 15 millones de compatriotas, y ha sido reconocida como una Red amplia y eficaz por organismos internacionales como el Banco Mundial y la CEPAL.

Pero esto no lo hemos hecho solos y todavía nos queda mucho por hacer. Agradecemos los aportes que han hecho al fortalecimiento de esta Red de Protección Social, el Congreso, la sociedad civil, la oposición, y muy especialmente Chile Vamos, y les pedimos su apoyo y colaboración en el futuro.

Pronto ingresaremos un Proyecto de Ley para facilitar el financiamiento de las organizaciones solidarias de la sociedad civil, beneficiando también al mundo de la cultura y, por primera vez, al medioambiente.

La semana pasada dimos un nuevo paso al establecer a través de medidas administrativas y Proyectos de Ley, que están hoy en este Congreso, un Nuevo Ingreso Familiar de Emergencia Universal, o IFE Universal, que permitirá llegar con esta ayuda a las familias del Registro Social de Hogares, beneficiando a cerca de 15 millones de compatriotas.

Este IFE Universal, que llegará en forma automática a prácticamente todos sus beneficiarios, asegura que ninguna familia, repito ninguna familia, quede bajo la Línea de la Pobreza, puesto que este solo beneficio lo garantiza, y además se complementa con los otros beneficios que ya son otorgados por el Estado y por los ingresos que las propias familias generan. Este Nuevo Ingreso Familiar de Emergencia Universal se otorgará durante los meses de junio, julio y agosto.

La semana pasada también anunciamos un Nuevo Programa de Apoyo a las Pymes, que beneficiará a más de 300 mil personas y pequeñas empresas con un Cheque o Aporte de Alivio, no reembolsable, de un millón de pesos. Adicionalmente, estas mismas personas y pymes recibirán un segundo bono, que se suma al anterior, equivalente a 3 meses de IVA, con un tope de 2 millones de pesos. Y porque sabemos que las mujeres han sido más afectadas, ellas recibirán los bonos anteriores aumentados en un 20%.

Las Pymes que tengan trabajadores suspendidos, en función de la Ley de Protección al Empleo, y que corresponden a las más golpeadas por la pandemia y la recesión, recibirán un subsidio adicional durante 4 meses, para pagar las cotizaciones previsionales de los trabajadores, protegiendo así su acceso a la salud y sus pensiones.

Tenemos que tomar consciencia que el IFE Universal y los Alivios a las Pymes significan un enorme esfuerzo fiscal adicional para el Estado, el que sólo durante los próximos tres meses alcanza a cerca de U$ 11 mil millones. Es importante recordar que el acuerdo entre Gobierno y Oposición de junio del año pasado, contemplaba un Fondo Covid de U$ 12 mil millones para un período de dos años.


Responsabilidad de las políticas públicas

Algunos piensan que toda ayuda siempre es insuficiente. A ellos les digo: el Estado de Chile ha hecho un enorme esfuerzo. La proyección, solo hasta agosto de este año, muestra que las ayudas directas a las familias alcanzan a cerca de 20 mil millones de dólares, lo que representa más de un cuarto del gasto público total del año pasado. Todos debemos ser sensibles con las necesidades, pero también responsables con las políticas públicas, y medir las consecuencias y no solo las apariencias de nuestras decisiones.

Para financiar estos fortalecimientos de la Red de Protección Social y las otras medidas anunciadas, vamos a impulsar un acuerdo para aumentar la recaudación fiscal, a través de la reducción o eliminación de exenciones tributarias que no se justifican, especialmente aquellas que favorecen a los grupos de mayores ingresos. También deberemos recurrir a mayor deuda pública y a los ahorros públicos para emergencias, como el Fondo de Estabilización y Emergencia Social.

Quiero compartir con ustedes un mensaje de esperanza. La crisis sanitaria la vamos a superar. Estamos recuperando los trabajos perdidos. Nuestra economía se está poniendo en marcha. Pero mucho más importante, los Chilenos recuperaremos las oportunidades para seguir realizando nuestros proyectos de vida y cumpliendo con nuestros sueños.


Nueva Constitución

Este camino fue tomado y hecho posible por la decisiva participación de una mayoría parlamentaria, que llegó a un acuerdo que condujo a la Reforma Constitucional de diciembre del año 2019, al Plebiscito del 25 de octubre del año pasado y a la elección de una Convención Constituyente, hace un par de semanas.

Tenemos el deber de seguir asegurando que el proceso constituyente se desarrolle en forma democrática y pacífica, como ha sido hasta ahora. 

En los próximos días convocaré a la instalación de la Convención Constituyente paritaria y con representación de nuestros pueblos originarios. A partir de ese día, los 155 convencionales tendrán la noble misión de acordar y proponer una nueva Constitución para Chile, que nos permita renovar nuestro pacto social, la que deberá ser ratificada mediante un plebiscito. En el ejercicio de sus facultades, esta Convención debe respetar rigurosamente los límites y reglas de su mandato.

Un acuerdo sólo será posible si estamos dispuestos a dialogar y escucharnos entre todos y a abandonar la política de las trincheras.

Esta Convención Constituyente es autónoma e independiente, lo que todos debemos respetar. Pero también es una invitación para que todos pensemos en el Chile que queremos.

Como ciudadano pienso que en nuestro país deben estar garantizados derechos fundamentales, como el derecho a la vida, incluyendo la vida del que está por nacer, el derecho a una salud y educación de calidad, el derecho a un barrio y vivienda digna, el derecho al trabajo, la previsión social y a la propiedad, y el derecho esencial de acceder al agua.

También pienso que se deben garantizar libertades esenciales, como la libertad de opinión y expresión, la libertad de culto y religión, la libertad de asociación, la libertad de innovar y emprender, y la libertad de elegir en áreas tan fundamentales como la salud de nuestras familias y la educación de nuestros hijos.

En Chile también se deben proteger igualdades esenciales como la igualdad ante la ley, la igualdad de oportunidades, la igualdad de género y la igualdad en dignidad, derechos y deberes de todos los ciudadanos.

El Chile que queremos debe velar no solo por las equidades verticales, que se miden por diferencias de ingreso, sino que también por las equidades horizontales, que se miden por las desigualdades de trato y de dignidad.

Además, debemos resguardar principios esenciales como el respeto a los derechos humanos de todos, y también valores como la paz social, la condena a la violencia, la inclusión, la solidaridad y la protección de la naturaleza.


Ultima Cuenta Publica del Mandatario

Queridos compatriotas, ser Presidente ha sido el mayor honor de mi vida y también una gran responsabilidad, que ha traído alegrías y satisfacciones, y también, sacrificios y frustraciones. Un Presidente debe escuchar a mucha gente y tomar muchas decisiones, con aciertos y errores, y buscando siempre el bien común. La mayoría de estas decisiones son muy difíciles, porque afectan la vida de millones de personas. Muchas de estas decisiones son muy solitarias porque se toman en la más profunda y silenciosa soledad de la propia conciencia. Que más querría un Presidente que acoger todas las peticiones de la ciudadanía. Pero un Presidente debe actuar siempre con sensibilidad y empatía con las necesidades, pero también con responsabilidad y lealtad con el futuro y los que deberán asumir las consecuencias de esas decisiones.

En estos recorridos he aprendido a conocer el alma y el temple, y a valorar las virtudes y fortalezas del pueblo de Chile. Por eso tengo la más absoluta convicción que, como siempre lo hemos hecho en tiempos difíciles, con unidad, colaboración, solidaridad y esperanza, y con la ayuda de Dios, dejaremos atrás estos tiempos de adversidad, nos reencontraremos y abrazaremos a nuestros seres queridos, reemprenderemos nuestros proyectos y sueños, y haremos realidad la gran misión de nuestra generación: hacer de Chile un país más libre, hacer de Chile un país más justo, hacer de Chile un país de oportunidades, y por sobre todo, hacer de Chile, más allá de nuestras legítimas diferencias, un país trate a todos con dignidad. Un país de amigos y hermanos.





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