​Lo que se necesita es una terapia de pareja

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Gabriela Clivio

A lo largo de una vida de pareja existirán varios desacuerdos los que,en algunos casos, pueden derivar en momentos tensos quepueden significar, incluso, quiebres en la comunicación por un tiempo limitado o,en un extremo,una ruptura permanente. Cuanto más se extienda la falta de comunicación, más aumenta la posibilidad decambios importantes en la relación que podrían haberse evitado. En otras palabras, mientras más tiempo pasa en lograr el acuerdo más distancia se produce en las posiciones y éstas se polarizaran.

Lamentablemente, por alguna razón antropológica, no se nos enseña desde chicos a plantear nuestros puntos de vista sin discutir. Lo anterior es lamentable ya que las discusiones son parte constitutiva de la vida. Ante la falta de una cultura de saber debatir de manera efectiva, tendemos no sólo a ver las discusiones como algo terrible, sino que asociamos la presencia de las mismasauna falta de voluntad de alcanzar un consenso en el futuro. Nada más lejos de la realidad.Las discusiones son parte esencial de la vida en todos los ámbitos y pueden llevar a construir relaciones aún más sólidas siempre y cuando exista la voluntad de logar acuerdos y el ingrediente principal que es la escucha, el diálogo.

Eso es, justamente, lo que nos está faltando: la escucha entre los equipos técnicos y los políticos. Ejemplos de falta de escucha o empatía hay de sobra, desde los sueldos “reguleques”, la ida a los consultorios a “socializar”, el levantarse más tempranopara aprovechar el precio del boleto de metro o cuando se le habla a los “románticos” y se les sugiere comprar flores por su baja de precio. Lo mismo sucede desde el otro lado: una nacionalización de los fondos de pensiones, un impuesto a los súper-ricoso un royalty a la minería basado en ingresos en lugar de utilidades, que se discuten con poco conocimiento de las implicancias que estas medidas realmente pueden tener. Así muchas veces las “soluciones propuestas” pueden causar más problemas de lo que se pretende ayudar a resolver, por no tener los sustentos técnicos adecuados. La falta de escucha durante tanto tiempo, ha conducido a la polarización de las posiciones y a una falta de compromiso por lograr acuerdos sin entender que no se puede llegar a buen puerto si no se lograceder en lo individual para ganar en lo colectivo.En materia de relaciones no se puede seguir adelante si no se produce la escucha y si no existe una honesta necesidad, y voluntad, de superar un impasse y volver a reconectarse y entenderse.

Tener desacuerdos en las parejas es algo normal y si esto está bien encausado se puede llegar a acuerdos considerando los distintos puntos de vista. Lo que debiera asustarnos es la falta de una discusión, porque esto es sinónimo de una falta de conversación. ¿Cómo avanzamos entonces en este punto? Tenemos que comunicarnos y entender que la comunicación muchas veces implica “negociar”. Se necesita construir una comunicación efectiva donde debe ocurrir una escuchamutua. Si no se está dispuesto a negociarno se puede crecer en una relación de pareja y lo mismo sucede ahora entre los equipos técnicos -caracterizados por la falta de diversidad- y los políticos. De todas manerastambién es recomendable saber que cuando la discusión ha sido muy intensa, es bueno esperar el tiempo de calma y de sentirnos más estables para lograr ver el problema en mejor perspectiva.El trabajo a hacer es sin duda uno de resolución de conflictos, donde lamentablemente las luchas de algunos egos le están ganando a la búsqueda, encuentro y construcción de acuerdos.



Gabriela Clivio, CFA

Economista y Foundingmember CFA Society Chile

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