Angie Machmar, directora ejecutiva de Fundación Everis Chile

​Ingenieros para el 2030

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Cartas al director OK


Sr. Director, 


La evolución tecnológica acelerada, la disrupción en diferentes industrias, la velocidad exponencial de los ciclos de innovación, la proliferación de la economía del conocimiento y economía basada en internet, obligan a realizar una profunda reestructuración a la forma tradicional en que se forma a los ingenieros en Chile. Básicamente, se forman de la misma manera hace 30 ó 40 años: un ciclo de ciencias básicas, un ciclo de ciencias aplicadas, dependiendo de la especialidad, y la definición de un proyecto de titulación que prepara a los jóvenes egresados a incorporarse al mundo laboral.

La realidad es que en plena cuarta revolución industrial, donde el conocimiento está disponible en Internet en múltiples fuentes y donde el emprendimiento se perfila como el gran motor de desarrollo de los países, llevó a la acertada decisión de CORFO a proponer el programa de Ingeniería 2030 a la comunidad académica, definiendo un nuevo perfil de ingeniero, adaptando las mallas curriculares, incentivando la interacción interdisciplinar, rompiendo esquemas de silos en las especialidades de ingeniería, acortando la duración de carreras y proponiendo nuevos skills requeridos para un mundo donde lo único constante es el cambio, la incertidumbre y volatilidad.

Los nuevos ingenieros deben llevar el ADN de la innovación desde el inicio del ciclo curricular. La capacidad de emprender, de aplicar creatividad a desafíos de nuestras industrias, de mejorar la productividad y competitividad de nuestra economía es una de las claves para convertir a Chile en un país desarrollado en el futuro. Debemos cambiar la mentalidad para formar nuestros ingenieros. Generar no solo un profesional con sólidos conocimientos técnicos, sino que también con las habilidades sociales, de conformación de equipos y de competencias soft que permitan generar equipos interdisciplinarios, sumando perspectivas de análisis y asumiendo riesgos empresariales a temprana edad.

Resulta clave salir de la zona de confort y convertir el riesgo en oportunidad. Porque así se entregan respuestas a nuevas formas de hacer trabajo y perfilar nuestro futuro como país, de acuerdo a nuestras necesidades. El trabajo conjunto hace crecer un ecosistema, desde la base, más robusto, menos sesgado, destacando y aportando las ventajas de cada uno, logrando desde la universidad crear profesionales con multiaproximaciones, pero al mismo tiempo con menos aversión al riesgo y más capacidad de iniciativa e innovación.


Angie Machmar, 

directora ejecutiva de Fundación Everis Chile

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