​Redes sociales para desestabilizar países

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Marcos Clark GavilanVa a transcurrir un año, y nada sabemos de quienes organizaron y materializaron el atentado en las estaciones del metro en nuestro país. Hubo “marchas”, las que algunos llamaron pacíficas y otros de violencia. Si sabemos que fueron acompañadas de devastación tanto pública como privada. Existieron agresiones contra instituciones, las que en defensa y reacción intentaron hacer lo posible de acuerdo a lo que tenían a su alcance, con tal de intentar restablecer la ley y el orden.

Lo anterior, también ocurrió y está sucediendo en Colombia como en Estados Unidos y en otros países, donde los motivos “no faltan” para incitar al odio y detestar ya sea al sistema país, y a todo lo que se ha construido por años, décadas y/o siglos, colocando en riesgo la estabilidad y el futuro de las naciones en todo ámbito. Todo indica que se trata de una ideología que trasciende a un país, y bien puede ser relacionada a un sector político y obviamente financiada.

Hasta aquí, los dos párrafos anteriores pudieran parecer osados. Sin embargo, los estudios y evidencias presentadas tanto por investigadores, como por entrevistas a ejecutivos que han trabajado en las grandes tecnológicas del mundo. Incluso películas en Netflix; como “Nada es Privado” y “El Dilema de las Redes Sociales”, nos señalan que es así. Se habla de que hay alguien que financia. Llámese anunciante.

Las Redes Sociales funcionan como plataformas digitales, no solo para que el mundo privado a través de los datos, efectúen campañas de marketing y de inteligencia artificial. Sino también para que organizaciones y el mundo político puedan realizar sus campañas, pero yendo un poco más allá, es decir, modificando las creencias y por ende las conductas de las personas que navegan en las plataformas. Esto a través de la creación de mundos virtuales distintos y personalizados para cada individuo, donde todo se hace verdad para cada usuario. Siendo a su vez, diferentes realidades para todos, lo que lleva a diferencias y por ende la polarización al interior de todos los países.

Así fue que llamaron a Mark Zuckerberg a declarar por Facebook, donde se acusó la influencia en las elecciones anteriores de Donald Trump, para llegar a la casa blanca. Pero eso no es todo. Se descubrió que desde otros países estaban financiando y utilizando las redes sociales para incitar al odio en contra del “Capitalismo” y del “sistema”, utilizando las famosas Fake News. La forma de utilizar esta técnica no es al azar. Una vez estudiado los perfiles de las personas, se identifican quienes pueden ser “propensos” o “sumisos”, y es a ellos a quienes se les va creando un mundo irreal. Por ejemplo, quienes creen que la tierra es plana, o que el hombre nunca llegó a la luna. Ese es el perfil que puede ser influenciado y por ende adoctrinado a través de estímulos con noticias falsas, invitación a grupos y foros para que luego se sumerjan en la ideología del odio y de la destrucción. Luego a través de las redes coordinan un día para salir a protestar, destruir o sencillamente a una marcha, los que algunos le llaman pacífica.

Uno de los grandes desafíos que tienen los fundadores de las distintas redes sociales, es lograr que los usuarios no generen contenidos falsos. Algo muy difícil. Pero el desafío mayor, es identificar a los que financian la insurrección en el mundo. Algo que nos demoraremos en saber, pero lo sabremos. De la misma forma como se identificará a quienes estuvieron en la organización, de la insurrección en Chile comenzando con los atentados en las estaciones del metro.


Marcos Clark Gavilán

Gerente de AmericaInternet.cl

Twitter: @MarcosClarkG

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