Renace músico y empresario

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Javier Fuenzalida A


En 1981 surgió la radio Beethoven de la que muchos hemos sido fieles auditores diariamente. No solo se trasmitía música “clásica” sino que daba espacios a otros géneros como el jazz y otros géneros populares o folclóricos cuyas unas de sus características era la erudición de sus conductores. Fernando Rosas falleció en 2007 pero su socio de siempre Adolfo Flores y el equipo operador continuaron su labor hasta noviembre pasado cuando, sin mayores explicaciones, su controlador Alvaro Saieh ordenó a su subordinado Benítez de Copesa, terminar abruptamente con los 39 años de ininterrumpidas transmisiones, ante el estupor de sus auditores y operadores quienes, sin aviso previo, fueron despedidos sin más trámite.

Hasta hoy se desconoce la inaudita decisión de Saieh. Como controlador y propietario está en su pleno derechos de decidir qué hacer con sus bienes. Sin embargo, una mínima deferencia a la fidelidad de tantos auditores por tantos años, habría sido explicar tal desoladora decisión. Como decían nuestros padres, “nobleza obliga”.

Felizmente, la Universidad Católica, siguiendo su excelsa tradición, ha decidido ser el continuador en una nueva frecuencia – 97.1 –. Tan loable decisión amerita recordar la trayectoria de los 39 años de la radio siempre bajo la dirección de sus creadores, Fernando Rosas y Adolfo Flores quienes se fueron los creadores del departamento de música de la UC. En 1976 decidieron organizar la Agrupación Beethoven, hoy Fundación Beethoven, cuyo objetivo fue un ciclo anual de música de cámara, algo inusual para su época de parte de privados y que hasta el presente ha sido plenamente exitosa. Tan acertado proyecto los llevó al paso siguiente, la Radio Beethoven en 1982 cuyo único competidor fue el recordado Jimmy Brown, fundador y directo, hasta su fallecimiento en 1998, de la Radio La Reina, posteriormente Andrés Bello.

En sus comienzos hubo dudas sobre la viabilidad y sobrevivencia de una radio en medio un dial de FM repleto de radios de música rock, pop, rancheras, tangos, boleros, prédicas religiosas, futbol, etc. Frente a tal vaticinio, su círculo le proporcionó información mercadológica sobre la audiencia radial en Santiago. Radio Beethoven figuraba con un 2 a 3 % del total, lo que parecía corroborar los tenebrosos augurios. Sin embargo, el examen detenido de tales estudios revelaron una audiencia del orden del 15 % en el segmento mercadológicos ABC1 y C2. Algo sorprendente, poco común y nunca alcanzado por sus competidores, las radios de la Universidad de Chile y de la Universidad de Santiago. Esta información no dejaba dudas cuando se examinaban otras iniciativas “raras” como son las radios de la Universidad Santa María, de la Universidad de Talca y de la Universidad de Concepción.

Fernando Rosas, hombre inquieto en estas lides, en 1992 fue el continuador la obra pionera de Jorge Peña Hen quien en 1964 fundó la primera Orquesta Sinfónica Juvenil progenitora de la actual FUJI Fundación Orquestas Juveniles e Infantiles. Hoy suman 18 con más de mil músicos de las 50 catastradas a lo largo del país.

Los méritos a su labor, a su creatividad y persistencia, llenan páginas de medallas, diplomas, premios de parte de instituciones culturales nacionales y extranjeras. A ello se suma algo inédito como fue el reconocimiento de otro de sus atributos: un gran emprendedor. En su pleno apogeo de su labor musical, ICARE que, anualmente destaca y premia a los más importantes emprendedores y empresarios del país, en 2002 lo distinguió como empresario del año en una emotiva ceremonia pública en el Teatro Municipal.

Estamos atentos al reinicio de Radio Beethoven y una vez más agradecidos de Fernando Rosas, Adolfo Flores y el equipo de la emisora que continuarán su noble labor.


Javier Fuenzalida

europapress