Hematología da la bienvenida a la nueva generación de inmunoterapia celular

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Los avances con inmunoterapia en los tumores hematológicos siguen su avance. Durante el último Congreso Americano de Hematología (ASH Meeting 2019) se presentaron cuatro estudios en fase temprana que destacan los rápidos avances que se están haciendo en este campo. La segunda generación de la inmunoterapia celular está llegando al campo de la oncohematología, mejorando así las limitaciones de las terapias existentes.

La inmunoterapia celular utiliza ingeniería genética para mejorar la capacidad del sistema inmune, el sistema de defensa del cuerpo contra infecciones y enfermedades, para matar células malignas en la sangre, la médula ósea y otros lugares y evitar así que el cáncer regrese. En este contexto, las terapias de CAR-T de primera generación se dirigen principalmente a CD-19, una proteína que se encuentra en la superficie de la mayoría de las células B normales y malignas en los cánceres de células B como el linfoma. Se ha demostrado que estas terapias producen remisiones a largo plazo en aproximadamente un tercio de los pacientes con linfomas de células B que no han respondido a las terapias anteriores. “Ahora estamos viendo esfuerzos para mejorar la efectividad de la terapia con CAR-T mediante el diseño de terapias capaces de atacar múltiples objetivos; ampliar la disponibilidad de inmunoterapia celular a otros cánceres de sangre como el mieloma múltiple; y reemplazar el complejo proceso de fabricación requerido de CAR-T con un producto comercial estándar“, destacó el moderador de la rueda de prensa Gary Schiller, MD, del UCLA Health.

Uno de estos estudios ha evaluado inmunoterapia celular estándar que se dirige a dos proteínas que se encuentran en la superficie de las células de linfoma, incluido su potencial para “revivir” las células CAR-T administradas previamente y que han dejado de funcionar. Otra de las investigaciones presenta resultados preclínicos para una de las primeras inmunoterapias celulares que se basan en células natural killer, siendo la primera en ser modificada genéticamente para contener tres componentes antitumorales activos.

Los otros dos trabajos, también de fase I, evalúan nuevas terapias CAR-T para el mieloma múltiple que prueban diferentes estrategias de doble objetivo.

Los tres estudios de la fase I sugieren así la posibilidad de que las terapias CAR-T de doble objetivo puedan dar como resultado que menos pacientes experimenten el síndrome de liberación de citocinas (SRC) de moderado a severo, un efecto adverso conocido causado por una respuesta inmune en el cuerpo a la activación Células T que atacan el cáncer. El SRC causa síntomas similares a los de la gripe, como fiebre, dolores corporales y fatiga, y en casos graves puede ser mortal. El tratamiento con el medicamento tocilizumab puede reducir los síntomas de CRS.

Natural Killer, un nuevo escenario...

Algunos estudios preclínicos han proporcionado la primera evidencia de que la inmunoterapia celular para los cánceres de células B podría convertirse en una terapia estándar, capaz de desarrollarse de manera uniforme en grandes cantidades. “Hemos tomado el concepto de desarrollo de fármacos tradicionales y lo hemos aplicado a la terapia celular”, adelantó el autor principal Bob Valamehr, PhD , de Fate Therapeutics, una compañía biofarmacéutica de San Diego.

Esta terapia es una de las primeras inmunoterapias celulares que se basan en células NK disponibles en el mercado, la “primera línea de defensa” del sistema inmune, y es la primera inmunoterapia celular diseñada genéticamente para contener tres componentes activos, antitumorales, según Valamehr.

De este modo, la molécula FT596 demostró una capacidad comparable para matar glóbulos blancos cancerosos como las células CAR-T estándar y, cuando se combinó con rituximab, destruyó los glóbulos blancos cancerosos que ya no respondían a la terapia estándar debido a la pérdida del antígeno CD19 objetivo.

Así, la compañía espera comenzar un primer ensayo clínico de fase I en humanos para el tratamiento del linfoma de células B y la leucemia linfocítica crónica en el primer trimestre de 2020. El objetivo principal de este ensayo será evaluar la seguridad y la actividad de FT596 en pacientes. Como avanzan los experto, las células NK son diferentes a las células , ya que tienen una capacidad inherentemente limitada para multiplicarse y expandirse cuando se infunden en los pacientes, y tienen una vida útil más corta.

Valamehr y sus colegas utilizaron la ingeniería genética para abordar estas deficiencias. Además de diseñar FT596 para llevar un CAR-T dirigido a la proteína CD19, que es producida por casi todos los linfomas y leucemias de células B, insertaron otras dos proteínas nuevas: CD16, que aumenta y amplía la capacidad de las células NK para matar células cancerosas, e IL15, que estimula el FT596 para proliferar y persistir.

“Eliminar el alto coste de producción, las semanas de tiempo de fabricación y el complejo proceso de fabricación requerido para la terapia con células CAR-T y reemplazarlo por una terapia de producción masiva promete ampliar el acceso a inmunoterapia eficaz contra el cáncer basada en células para muchos más pacientes que pueden beneficiarse de él “, señaló Valamehr. (www.gacetamedica.com)

europapress