Sr. Director,
Argentina, casi siempre ha tenido que recurrir a al FMI y Bancos Internacionales.
Ya en el año 1824, contrató un préstamo por 1.000.000 libras esterlinas con la Banca Baring, en Inglaterra, pagando el 15% de comisión a argentinos (Consorcio) que hicieron la operación en Londres. En resumen llegaron a Buenos Aires 570.000 libras esterlinas, las que terminó de pagar 80 años después (23.700 millones de libras esterlinas).
Cinco años posteriores, solicitaron a la Banca Británica un crédito por 3.440.000 libras esterlinas, pagado con altos intereses y condiciones impuestas.
Juan Domingo Perón, terminó de pagar la deuda externa el año 1952. Solo cuatro años después Aramburú, pide a un grupo de Bancos europeos un crédito de US$700 millones, para pagar importaciones desde Europa.
El año 1956, ingresa al FMI, ya en el 1958, se solicita a este un primer crédito por 75 millones de dólares para “frenar” la inflación. Para otorgarlo el FMI, “solicitó” un ajuste estructural en Argentina (reducción del empleo público en un 15%, paralización de obras públicas, clausura de ramales ferroviarios, congelamiento del salario público, etc.)
Entre los años 1976 y 1983, la deuda era de 45 millones de dólares, nuevos créditos 300 millones de dólares y 185 millones y la deuda externa en 150 millones. El Banco central, para “parar” la fuerte caída de la moneda establece una tasa de interés del 60%.
Hoy son 50 millones “para frenar la inflación” y otras conversaciones.
Los créditos para pagar deuda externa y la forma como se han transado, han sido “la mano invisible” que maneja esta situación. Yo las llamo FMI
Digo yo.
Ph.D. Víctor Sandoval Subiabre
Docente Investigador
Universidad Pedro de Valdivia