FMI recorta proyección de crecimiento para Chile y el mundo este año

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El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó su proyección de crecimiento mundial y doméstico para este año. De acuerdo al reporte de este mes, el PIB global se elevará 3,2% en 2019, y mejorará a 3,5% en 2020, 0,1 puntos porcentuales menos en ambos años que en el pronóstico del reporte Word Economic Outlook (WEO) de abril pasado.

En el ámbito del comercio internacional, apuntó el organismo, la estimación refleja el incremento arancelario del 10% al 25% aplicado por Estados Unidos en mayo de 2019 a US$ 200.000 millones de exportaciones chinas, y las represalias adoptadas por el gigante asiático. Las revisiones a la baja de la previsión de crecimiento tanto de China y como de las economías emergentes de Asia coinciden en términos generales con el impacto simulado de la intensificación de las tensiones comerciales y los consiguientes efectos sobre la confianza analizados en el informe del Fondo de octubre de 2018.

Según la entidad, el repunte proyectado para 2020 depende en gran medida de varios factores: 

1) que la actitud de los mercados financieros se mantenga en general favorable; 

2) que vayan desapareciendo los obstáculos temporales, especialmente en la zona del euro; 

3) que continúe la estabilización en algunas economías de mercados emergentes que se encuentran sometidas a tensiones, como Argentina y Turquía.

4) que se eviten colapsos aún más pronunciados en otras, como Irán y Venezuela. 

Aproximadamente el 70% del aumento del pronóstico de crecimiento mundial para 2020 en comparación con 2019 es atribuible a la estabilización o recuperación proyectada de las economías que experimentan a tensiones. Estos factores, a su vez, dependen de que exista un contexto mundial de políticas propicio que garantice que la orientación de política monetaria acomodaticia de los bancos centrales y la intensificación de las políticas de estímulo en China no se vean limitadas por el recrudecimiento de las tensiones comerciales o un brexit desordenado.


Economías Avanzadas


En las economías avanzadas, se proyecta un crecimiento de 1,9% en 2019 y 1,7% en 2020. La estimación para 2019 es 0,1 puntos porcentuales más alta que en abril, debido principalmente a revisiones al alza de la expansión del PIB de EE.UU..

En la potencia del norte, se prevé que el crecimiento para 2019 sea de 2,6% (0,3 puntos porcentuales más que lo indicado en el informe de abril), y que se modere a 1,9% en 2020 conforme se repliegue el estímulo fiscal. La revisión para 2019 obedece al desempeño más sólido de lo esperado durante el primer trimestre. El Fondo precisó que si bien la cifra agregada fue robusta gracias a la solidez de las exportaciones y la acumulación de existencias, la demanda interna fue algo más floja de lo esperado y las importaciones también más débiles, en parte debido al efecto de los aranceles. Esta evolución apunta a un menor dinamismo de la actividad durante el resto del año.

En la zona del euro, se proyecta un crecimiento del 1,3% en 2019 y del 1,6% en 2020 (0,1 puntos porcentuales más elevado que en abril). El pronóstico para 2019 se ha revisado ligeramente a la baja para Alemania (debido a una demanda externa más débil de lo esperado, lo que también supone un lastre para la inversión ), pero no varía en el caso de Francia (donde se prevé que las medidas fiscales respalden el crecimiento y los efectos negativos de las protestas callejeras se están disipando) e Italia (donde las perspectivas fiscales inciertas son similares a las señaladas en abril, lo que perjudica la inversión y la demanda interna). Las proyecciones de crecimiento para España en 2019 se han revisado al alza, como reflejo de la fuerte inversión y la debilidad de las importaciones al comienzo del año. Se prevé un repunte del crecimiento en la zona del euro en lo que queda de este año y hasta 2020, ya que se proyecta que la demanda externa se recuperará y que seguirán disipándose los factores temporales (como la disminución del número de matriculaciones de vehículos en Alemania y las protestas callejeras en Francia).

En el Reino Unido, se prevé que la actividad se expanda a una tasa de 1,3% en 2019 y de 1,4% en 2020 (0,1 puntos porcentuales más alta que lo proyectado en el informe WEO de abril). La revisión al alza refleja resultados más sólidos de lo previsto durante el primer trimestre, impulsados por la acumulación y el almacenamiento de existencias antes del brexit. Es probable que esto se vea parcialmente compensado por la recuperación de la inversión durante el resto del año. En abril, el PIB mensual registró una fuerte contracción, provocada en parte por la decisión de los principales fabricantes de automóviles de adelantar los cierres anuales periódicos como parte de los planes de contingencia relacionados con el brexit. El pronóstico supone un brexit ordenado seguido de una transición gradual hacia el nuevo régimen. Sin embargo, a mediados de julio, la forma definitiva del brexit seguía siendo muy incierta.

Se proyecta que la economía de Japón crecerá a un ritmo de 0,9% en 2019 (0,1 puntos porcentuales menos de lo previsto en el informe WEO de abril). El fuerte crecimiento del PIB registrado en el primer trimestre refleja la acumulación de existencias y una importante contribución de las exportaciones netas debido a la fuerte caída de las importaciones, lo que oculta un moderado ímpetu subyacente. Se proyecta que el crecimiento se reducirá a 0,4% en 2020, y se prevé que las medidas fiscales mitiguen en algo la volatilidad del crecimiento derivada del aumento de la tasa del impuesto sobre el consumo previsto para octubre de 2019.

En el grupo de economías de mercado emergentes y en desarrollo se prevé que la tasa de crecimiento sea de 4,1% en 2019, y que aumente a 4,7% en 2020. Los pronósticos para 2019 y 2020 son 0,3 y 0,1 puntos porcentuales más bajos, respectivamente, que lo señalado en abril, debido a revisiones a la baja en todas las principales regiones.


Economías Emergentes


El FMI prevé que las economías de mercados emergentes y en desarrollo de Asia crezcan a un ritmo de 6,2% en 2019–20. El pronóstico es 0,1 puntos porcentuales más bajo que en el informe WEO de abril para ambos años, en gran medida debido a la incidencia de los aranceles en el comercio y la inversión. En China, los efectos negativos del aumento de los aranceles y el debilitamiento de la demanda externa han exacerbado la presión sobre una economía que ya está experimentando una desaceleración estructural y llevando a cabo un necesario fortalecimiento regulatorio para contener la fuerte dependencia de la deuda. Dado que se prevé que el estímulo fiscal apoye la actividad frente al shock externo adverso, se pronostica un crecimiento de 6,2% en 2019 y de 6,0% en 2020, es decir, 0,1 puntos porcentuales menos cada año con respecto a la proyección del informe WEO de abril. En India, se prevé que la economía crezca a una tasa de 7,0% en 2019, y que repunte a 7,2% en 2020. La revisión a la baja de 0,3 puntos porcentuales en ambos años obedece a unas perspectivas más débiles de lo previsto para la demanda interna.

Las perspectivas moderadas para las economías emergentes y en desarrollo de Europa en 2019 reflejan en gran medida las perspectivas para Turquía, donde, tras un crecimiento sorpresivo en el primer trimestre gracias a un respaldo fiscal más vigoroso de lo previsto, se proyecta que se reanude la contracción de la actividad como consecuencia de necesarios ajustes de las políticas. Varios otros países de Europa central y oriental están experimentando un vigoroso crecimiento gracias a la resiliencia de la demanda interna y al aumento de los salarios. Se prevé que la región crezca a un ritmo de 1% en 2019 (0,2 puntos porcentuales más que en el informe de abril, apoyado por un crecimiento sólido en el primer trimestre). Se prevé que el crecimiento aumente a 2,3% en 2020 (0,5 puntos porcentuales menos que en el informe WEO de abril, debido en gran medida a la desaceleración del crecimiento proyectada para el resto de 2019 en Turquía).


América Latina y Chile


En América Latina, la actividad se desaceleró notablemente al comienzo del año en varias economías, debido principalmente a factores idiosincrásicos. Se prevé que la región crezca a un ritmo de 0,6% en 2019 (0,8 puntos porcentuales menos que en el informe de abril), y que repunte a 2,3% en 2020. La considerable revisión a la baja para 2019 refleja las rebajas de las calificaciones crediticias de Brasil (donde el ánimo se ha deteriorado notablemente dada la persistente incertidumbre acerca de la aprobación de la reforma de las pensiones y otras reformas estructurales) y México (donde la inversión sigue siendo débil y el consumo privado se ha desacelerado, como resultado de la incertidumbre en torno a las políticas, el deterioro de la confianza y el aumento de los costos de endeudamiento, que podrían seguir aumentando tras la reciente rebaja de la calificación soberana). La economía de Argentina se contrajo en el primer trimestre del año, aunque a un ritmo más lento que en 2018. La proyección de crecimiento para 2019 se ha revisado ligeramente a la baja con respecto al informe anterior , y ahora para 2020 se prevé una recuperación más moderada. 

La proyección de crecimiento para Chile, en tanto, se ha revisado a la baja ligeramente desde el 3,4% esperado en abril a un 3,2% este mes, tras un desempeño económico más débil de lo esperado al comienzo del año, consignó el Fondo, pero se prevé que repunte en 2020 gracias a la adopción de políticas más acomodaticias, indicó,  anticipándose para el ejercicio un ascenso de 3,4%, dos décimas por sobre lo pronosticado en el informe anterior.

Mientras, la profunda crisis humanitaria y la implosión económica en Venezuela siguen teniendo un impacto devastador, y se prevé que la economía se contraiga alrededor de 35% en 2019.


Medio Oriente 


En la región de Oriente Medio, Norte de África, Afganistán y Pakistán, se prevé que el crecimiento sea de 1,0% en 2019, y que repunte a alrededor de 3,0% en 2020. El pronóstico para 2019 es 0,5 puntos porcentuales más bajo que en el informe WEO de abril, en gran parte debido a la revisión a la baja del pronóstico para Irán (como consecuencia del agobiante efecto de las sanciones más restrictivas impuestas por Estados Unidos). Los conflictos civiles en otras economías, como Siria y Yemen, se suman a las difíciles perspectivas para la región. Compensan parcialmente estos resultados las mejores perspectivas para la economía de Arabia Saudita, donde se prevé que el sector no petrolero se afiance en 2019 con un mayor gasto público y una recuperación de la confianza, y en 2020 con un aumento del crecimiento del sector petrolero.

europapress