ICR mantiene clasificación de Viña San Pedro Tarapacá

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ICR ratifica en categoría AA-/Estable la clasificación de solvencia y bonos de Viña San Pedro Tarapacá S.A., en categoría N1+/AA- la clasificación de efectos de comercio y en Primera Clase Nivel 4 sus títulos accionarios.

La ratificación se fundamenta principalmente en la fortaleza financiera de la compañía, que se mantiene en un nivel superior, pese al incremento de su stock de deuda el último año. En opinión de ICR, sus indicadores se mantienen robustos y con una buena capacidad de pago de sus obligaciones. Su endeudamiento se mantiene bajo 0,5x, su cobertura de gastos financieros netos cercana a 15x. A esto se suma que el EBITDA que genera podría cubrir la totalidad de su deuda neta en un año.

Con todo, ICR reconoce que la compañía se encuentra en un período de inversión que implica mayores desembolsos de caja. Por tanto, el perfil de amortización –que se encontraba muy concentrado al corto plazo al cierre de 2018– debería equilibrarse parcialmente hacia el mediano plazo, de modo tal de liberar flujo y destinarlo a inversión.

Complementa la clasificación de riesgo de esta empresa, la fortaleza de sus marcas, su participación de mercado, su diversificación y su tamaño relativo. En este sentido, la compañía mantiene marcas muy bien reconocidas y con sólidos niveles de calidad y valor percibidos, lo que ha impulsado que Viña San Pedro alcanzara su escala actual y se ubicara dentro de las mayores viñas en Chile. Uno de los focos importantes de esta compañía es la eficiencia en costos, donde se ha invertido con la finalidad de no disminuir significativamente sus márgenes en períodos de alto costo de la materia prima, por ejemplo.

En resumen, la evaluación del riesgo del negocio, esto es fortaleza de la marca, participación de mercado, diversificación y economías de escala/tamaño relativo, indica que la clasificación de riesgo se inclina hacia categoría A+. Por otra parte, la evaluación de la fortaleza financiera, es decir, la evaluación de los niveles de deuda, incrementan esta clasificación en un notch (hasta categoría AA-) al tratarse de una situación financiera, a nuestro juicio, “Superior”.

La estructura de los contratos de emisión de bonos, esto es, declaraciones y garantías, covenants y eventos de default, no estipulan condiciones tales, que ameriten una clasificación de riesgo del instrumento distinta a la solvencia del emisor.

europapress